Con un descomunal parcial de 16-40 en el último cuarto, los Boston Celtics derrotaron a los Golden State Warriors por 108-120 y se adelantaron en las Finales de la NBA.
Los Celtics vieron a Stephen Curry meter 21 puntos, con 6 triples, en el primer cuarto y llegaron a ir 15 abajo en el tercer parcial, pero no perdieron ni la fe ni la cabeza y acabaron llevándose el triunfo con una exhibición de baloncesto coral y espíritu colectivo.
El dominicano Al Horford (26 puntos con 6 triples, 6 rebotes y 3 asistencias), Jaylen Brown (24 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias), Derrick White (21 puntos con 5 triples) y Marcus Smart (18 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias) fueron los mejores de unos Celtics que además se sobrepusieron a la pobre noche de su estrella, Jayson Tatum (12 puntos con 3 de 17 en tiros).
Boston metió 21 de 41 en triples y se convirtió en el primer equipo en ganar a domicilio a los Warriors en estos playoffs. Los 40 triples metidos entre los dos equipos suponen un nuevo récord para un partido de las Finales.
De más a menos, Golden State desaprovechó los 34 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias de Curry y echó en falta a Klay Thompson (15 puntos con 6 de 14 en tiros) y Draymond Green (4 puntos con 2 de 12 en tiros).
Absolutamente eléctrico desde el perímetro, Curry encadenó un incendiario 6 de 8 en triples y cerró el parcial inicial con 21 puntos para dar la ventaja a los Warriors (32-28).
Los minutos de descanso de Curry parecían el momento propicio para que se rearmaran los Celtics. En cambio, dos triples seguidos de Otto Porter Jr. confirmaron que los Warriors habían entrado al partido con mucha chispa (44-37 con 8.37 para el descanso).
A +10 se pusieron los locales pero entonces reaccionaron los Celtics, que con una admirable mejora de su defensa y con Brown y Smart tomando las riendas en ataque firmaron un parcial de 0-10 para empatar el encuentro.
Los Warriors hallaron relevo para Curry, quien no anotó en el segundo cuarto y sumó su tercera falta, y el partido se fue al descanso con una ventaja escueta de los Celtics (54-56).
Con Looney atrapando rebotes ofensivos y poniendo tapones, Wiggins sumando sin prisa pero sin pausa y Curry de nuevo en vena, Golden State retomó el control del duelo con un sólido 17-8 de arranque (71-64 a falta de 6.59).
Tras un contundente 38-24 en el tercer parcial, los Warriors encararon por delante el último cuarto (92-80), pero los Celtics expertos en no darse por vencidos se marcaron un 0-9 de salida con Brown agitando la coctelera.
Curry intentó sujetar a unos Warriors temblorosos, pero dos triples seguidos de Horford coronaron la remontada de unos magníficos Celtics, que, además de contar con un Brown sensacional, encontraban oro en actores secundarios como White (103-109 con 4.49 en el reloj).
Los Warriors, que encajaron un parcial demoledor de 0-17, se cayeron en los últimos minutos deberán empatar la serie el próximo domingo, nuevamente como locales.