Mundial sub-20: ¿Cómo juega Italia? Repasá el camino del rival de Uruguay hasta la final

Enviado a La Plata

La selección italiana llegó al Mundial sub-20 de 2023 sin pasar mayores sobresaltos. Arrancó el proceso en la clasificación del Europeo U18 de octubre de 2021, cuando venció a Lituania (2-0), Islandia (3-0) y al local Eslovenia (3-1).

Aquel equipo, que fue sufriendo modificaciones en el camino pero ya contaba con las dos principales figuras, avanzó al Europeo U19 de 2022, en el que empató con Alemania (2-2), goleó al anfitrión Finlandia (4-0) y se impuso a Bélgica (2-0) para ganar su grupo y meterse la fase final que se jugó en Eslovaquia en junio de 2022.

En la última instancia de clasificación, que fue disputada por ocho selecciones y otorgaba cinco cupos mundialistas, la Azzurra derrotó a Rumania (2-1) y Eslovaquia (1-0), y ya clasificada al Mundial cayó 4-1 con Francia en el cierre de su serie. Buscando el título europeo, perdió 2-1 en semifinales con Inglaterra, que luego fue campeón.

El camino en Argentina

En la Copa del Mundo, los dirigidos por Carmine Nunziata debutaron con un 3-2 sobre Brasil, que fue un paseo en el primer tiempo, luego cayeron 2-0 ante Nigeria y golearon a República Dominicana 3-0 para avanzar segundos en su serie.

En octavos de final se tomaron revancha de lo ocurrido en el Europeo hace un año y vencieron 2-1 a Inglaterra, para luego imponerse 3-1 a Colombia en cuartos y 2-1 a Corea del Sur en semifinales gracias a un gran tiro libre a los 86’ de Simone Pafundi, un mediapunta de 17 años que a los 16 ya había debutado en el primer equipo del Udinese.

Los dos cracks

El hombre a cuidar es Cesare Casadei, jugador del Chelsea, formado en Inter y que jugó la última temporada cedido en el Reading del Championship inglés. Tiene 20 años, mide 1,86 y anotó en cinco de los seis partidos de su equipo. Lleva siete tantos y es un volante mixto completo, con pegada de media distancia y gran juego aéreo.

Otro futbolista al que se debe referenciar es Tommasso Baldanzi, mediapunta al estilo del clásico 10 rioplatense que mueve los hilos del equipo. Juega suelto atrás de los dos delanteros, es encarador, habilidoso y veloz. Con sus características ya jugó 30 partidos en el primer equipo del Empoli en la Serie A.

¿Catenaccio? Ni cerca

A diferencia de las tradicionales selecciones italianas, esta apuesta por un juego de posesión y no suele refugiarse a defender, aunque mantiene una vieja receta del juego azzurro: es temible en el juego aéreo.

Su parado táctico no va de la mano con los tiempos actuales. No ocupa las bandas con extremos fijos y apuesta a un 4-3-1-2. En los últimos dos partidos repitió formación con Sebastiano Desplanches; Mattia Zanotti, Daniele Ghilardi, Gabriele Guarino y Riccardo Turicchia; Cesare Casadei, Matteo Pratti y Samuel Giovane; Tommaso Baldanzi; Giuseppe Ambrosini y Francesco Esposito.

Zanotti es de subir por la derecha pero sufre en la marca. Los centrales son altos, seguros y sacan la pelota siempre bien jugada. Turicchia juega por izquierda pero es diestro, y ante Corea del Sur terminó cambiándose de banda por la salida de Zanotti.

En el mediocampo el vértice más retrasado del rombo es el espigado Pratti, de buen manejo, y a sus costados van Casadei y Giovane, dos modernos box to box que hacen un recorrido que disimula la ausencia de volantes pegados a la banda. Baldanzi es el eje de los ataques moviéndose suelto atrás de los puntas: Ambrosini, que hace el trabajo sucio como un segundo nueve, y Esposito, un ariete de 1,90 que baja muchos balones y rara vez pierde disputas aéreas.

Se trata de un buen equipo, paciente con la tenencia de la pelota, fuerte de arriba en las dos áreas y con repentización y velocidad de tres cuartos de cancha hacia arriba. En el primer tiempo ante Brasil mostró su mejor versión y el domingo jugará la primera final juvenil en la historia de su país, pero a su frente se topará con otro equipazo.