La estadounidense Simone Biles, considerada la mejor gimnasta de todos los tiempos, demostró que también es humana tras tener que conformarse este sábado con la medalla de plata en la final de salto de los Mundiales de Amberes, en la que se impuso la brasileña Rebeca Andrade.
De nada le sirvió a Biles, que hasta el momento contaba por triunfos sus actuaciones en la ciudad belga tras colgarse el oro tanto en el concurso individual como en el de por equipos, ejecutar el “Biles II”, el Yurchenko con doble mortal carpado que la norteamericana ha estrenado en esta competición.
Un arriesgado salto que acabó costando la medalla de oro a Biles, que vio como los jueces la penalizaban con medio punto tras ser incapaz de controlar el aterrizaje y acabar cayendo de espaldas sobre la colchoneta. Fallo que no pasó desapercibido para los jueces que calificaron el primer salto de Biles, que llegaba a la final con la mejor puntuación de todas las participantes, con una nota de 14,433.
Mucho mejor le fue a Simone Biles, campeona del mundo en este aparato en los años 2018 y 2019, en su segundo intento en el que la de Ohio logró una calificación de 14,666 para lograr una media de 14,549 puntos. Una nota que abría las puertas del triunfo a la brasileña Rebeca Andrade, plata en estos Mundiales de Amberes en el concurso completo, que logró en la clasificatoria una nota de 14,633.
Resultado que la brasileña, vigente campeona olímpica, no sólo alcanzó este sábado en la final si no que lo mejoró tras firmar un primer salto de 15,000 y un segundo de 14,500 que permitieron a Rebeca Andrade colgarse la medalla de oro con una calificación de 14,750 puntos.
Completó el podio la surcoreana Seojeong Yeo que se colgó la medalla de bronce con un nota de 14,416 unidades, un cuarto de punto más que la mexicana Alexa Moreno, que como ya le ocurrió en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio tuvo que conformarse con la cuata plaza con un puntuación de 14,166.