El Roma fue sancionado este martes por el Juez Deportivo de la Serie A con
una multa de 8.000 euros debido a los cánticos racistas de un sector de la
afición contra el serbio Dejan Stankovic, entrenador del Sampdoria, una pena
que podría haber sido mayor si el portugués José Mourinho no hubiera pedido a
la afición que cesara.
En el minuto ocho del segundo tiempo, la 'Curva Sud' del
Estadio Olímpico, todavía 0-0 en el marcador, comenzó a dirigir insultos
racistas a Stankovic mientras este protestaba la expulsión del colombiano
Jeison Murillo.
Los aficionados giallorossi corearon varias veces la palabra “gitano”
a modo de ofensa para el que fuera jugador del máximo rival, pero también de un
Inter que entrenó precisamente José Mourinho y con el que ganó el triplete en
2010.
La relación de amistad que les une más allá de los terrenos
de juego provocó la rápida reacción del lusitano, que con gestos pidió desde su
área técnica que se terminaran los cánticos.
“Lo hice por un gran hombre y un gran amigo, pero también lo
haría por otro. Me insultaron muchas veces en los estadios, construí un muro de
protección a mi alrededor y creo que él también lo hizo. Pero cuando tienes una
familia e hijos, no es agradable. Tenemos unos aficionados fantásticos, pero en
ese momento pensé instintivamente que haría algo por un amigo”, explicó
Mourinho tras el encuentro.
La intervención del técnico suavizó la sanción del Juez
Deportivo de la Serie A, que determinó: “Multa de 8.000 euros por haber
entonado todos sus seguidores en la Curva Sud, en el minuto 8 de la segunda
parte, un cántico insultante contra el entrenador del equipo contrario; sanción
atenuada porque el cántico, tras la intervención activa del entrenador, no se
repitió”.
EFE / FútbolUy