El francés Fabio Quartararo (Yamaha) consiguió su segunda victoria consecutiva y con ello el liderazgo del Mundial, al quedarse con el Gran Premio de Portugal de MotoGP en el circuito de Portimao, en donde el español Marc Márquez (Repsol Honda) en su regreso a la competición después de nueve meses de inactividad, fue séptimo.
Quartararo logró una victoria inapelable y en solitario, mientras que por el resto de posiciones de podio se pelearon el italiano Francesco Bagnaia (Ducati), el español Joan Mir (Suzuki) y el también italiano Franco Morbidelli (Petronas Yamaha), que por ese orden atravesaron la línea de meta.
La séptima plaza de Márquez resultó épica y el sufrimiento pasado a lo largo de los nueve meses de padecimiento por la lesión dieron rienda suelta a sus sentimientos con las lágrimas de satisfacción que cayeron por sus mejillas al recibir el caluroso aplauso de todo su equipo al entrar en su taller. Muestra inequívoca de todos los nervios y presión que el ocho veces campeón del mundo de motociclismo se había quitado ya de encima.
Quartararo, que ya había ganado en Doha, pasó a liderar el Mundial con 61 puntos, 15 más que Bagnaia. Tercero con 41 quedó Maverick Viñales (Yamaha), que llegó 11.º, y cuarto con 40 quedó el francés Johann Zarco (Pramac Racing), que llegaba a esta etapa como líder del Mundial pero no pudo completar la carrera.
EFE / FútbolUy