El 7 de febrero de 2007 es una fecha que va a quedar marcada para la historia de la selección uruguaya. Y es que ese día, en la ciudad colombiana de Cúcuta, Luis Suárez hizo su debut en la selección uruguaya con tan solo 20 años en un amistoso conta Colombia que acabó en triunfo celeste por 3-1.

Y debutó dando de qué halar, como a lo largo de su carrera. Fue titular con la 10 en la espalda, generó un penal y cerca del final de partido fue expulsado por protestar. 17 años después y con una historia escrita a base de goles y títulos, dice adiós a la selección uruguaya.

Sin embargo, Luis Suárez sacó todo lo que tenía adentro e hizo una recuperación pocas veces antes vista. No pudo llegar al primera partido contra Costa Rica (derrota 3-1), pero sí estuvo el 19 de junio para la segunda fecha ante Inglaterra, ese país que meses antes lo había sancionado por supuesto racismo a Patrice Evra.

Como de costumbre, anotó, y lo hizo por duplicado. El primero de ellos será recordado por su dedicatoria al kinesiólogo Walter Ferreyra, que lo ayudó en su rehabilitación, y el segundo, que fue el que le dio la victoria a la Celeste, fue a los 84 minutos y se convirtió, sin dudas, en uno de los goles más gritados de la historia de la selección.

Cinco días después, Uruguay venció 1-0 a Italia y clasificó a los octavos de final, pero ese partido será recordado por la mordida de Suárez a Giorgio Chiellini. Todo parecía que quedaba en una situación de partido, pero FIFA, a raíz de sus antecedentes, lo comenzó a investigar.

Dos días más tarde se conoció la sanción que lo dejó sin Mundial: “Suspensión por nueve partidos oficiales con Uruguay (empezando a contar desde el duelo ante Colombia por octavos de final); prohibición de ejercer “cualquier clase de actividad relacionada con el fútbol (administrativa, deportiva o de otra clase)” durante cuatro meses; prohibición de ingresar a los recintos de cualquier estadio mientras durara la sanción, incluyendo en los que jugara Uruguay; más una multa de 100.000 francos suizos”.

Tras perderse la Copa América 2015, la vuelta de Suárez a la selección fue el 25 de marzo de 2016 ante Brasil por las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Uruguay perdía 2-0 en 25 minutos, pero en el inicio de la segunda parte apareció Lucho para poner el 2-2 que fue definitivo y se lo dedicó a Walter Ferreyra, que había fallecido en enero de ese año.

Cinco goles convirtió en esas clasificatorias y luego en 2018 se despechó con dos goles en la Copa del Mundo, ambos en fase de grupos. Tras eso volvió a jugar una Copa América en 2019, ya que además de no estar en la de 2015, no jugó en la de 2016 pese a estar convocado. Dos tantos aportó en la edición jugada en Brasil y uno en la de 2021, que también se disputó en ese país.

El ocaso ya se veía, pero aún tenía mucho para dar. En las Eliminatorias para el Mundial de Catar 2022 convirtió ocho goles y llegó con toda a la cita mundialista, que fue su última. Jugó los tres partidos de fase de grupos y no pudo convertir; su último encuentro en una Copa del Mundo fue el 2 de diciembre de 2022 ante Ghana, partido en el que jugó 66 minutos.

Con la llegada de Marcelo Bielsa a la dirección técnica charrúa a inicios de 2023, el salteño se perdió las primeras cuatro fechas de Eliminatorias rumbo al Mundial de 2026 por decisión del argentino, quien no lo incluyó en las convocatorias.

Luego de eso, se dio su retorno esperado para la sexta fecha el 21 de noviembre en la goleada celeste ante Bolivia por 3-0 en el Estadio Centenario, partido en el que jugó los últimos 17 minutos.

Gracias a su gran rendimiento en el Inter Miami fue convocado a la Copa América 2024 y estuvo presente en cuatro partidos. Se despidió con un gol frente a Canadá en e partido por el tercer puesto, que fue el último que jugó en una Copa América.

Y todo llega a su fin. Este lunes, el Pistolero realizó una conferencia de prensa en la que anunció su retiro de la selección uruguaya el próximo viernes 6. Ese día jugará su último partido con la Celeste; será ante Paraguay en el Estadio Centenario por la séptima fecha de las Eliminatorias.

“Me hubiese encantado que se enteraran por mí; para eso era la conferencia”, comenzó diciendo el atacante, entre lágrimas, y agregó: “Sepan entender”. “El día viernes….Me cuesta…”, continuó Suárez, llorando, y fue ovacionado con aplausos. “Es algo que venía analizando. Es el momento indicado. Es muy difícil. Voy a jugar mi último partido como jugué el primero en 2007, con las mismas ganas e ilusión que tenía ese niño de 19 años. Ese jugador veterano va a dejar la vida el día viernes”, declaró.

“La venía pensando y se acercaba el momento. Justo llega la reserva; ahí, es cuando realmente me pongo a analizar: si ahora o después, si seguir contando para el entrenador o no. Empecé el proceso de decir: ‘Creo que llegó el momento’. Hablé con mi mujer [su esposa, Sofía Balbi]. Un día me levanté y pensé que era algo que quería cerrar yo. Me he ganado el derecho a poder decidirlo, y a cerrarlo de la manera en la que quiero”, contó.

Se despide como el máximo goleador histórico de la selección con 69 goles en 142 partidos. ¿Habrá un grito más?