Michael Jordan pudo vender, por fin, la que fue su primera mansión en Highland Park (Illnois), al norte de Chicago. Construida en 1995, cuando el mejor basquetbolista de la historia ya había ganado tres de sus seis títulos en la NBA, estaba a la venta desde 2012, pero no encontraba comprador.
Se trata de una imponente construcción dentro de un terreno de tres hectáreas, a puro lujo. Cuenta con nueve habitaciones, 15 baños completos, cuatro medios, una cancha de básquet con medidas reglamentarias, gimnasio de primer nivel, sala de cine, sala de juegos, piscina infinita circular, cancha de tenis y un campo de golf privado, entre otras comodidades.
Además tiene una casa secundaria para huéspedes, con tres habitaciones y un garaje para 15 autos. En 2006, cuando Jordan se divorció de Juanita Vanoy, agregó una bodega para 500 botellas, sala de degustación y un salón de puros de madera.
La propiedad llegó a tasarse en 47 millones de dólares, pero salió al mercado con un precio de 29 en 2012. Un año después se realizó una subasta con un piso de 23.500.000 y nadie llegó a la cifra. Desde 2017 la cifra pedida era 14.800.000, y recién en 2024 se vendió, aunque medios locales especulan con que la transacción se dio en el entorno de los 12 millones.
No se conoce aún el nombre de quien compró la histórica mansión de Jordan, que en su docena de años en el mercado inmobiliario de lujo presentó algunas trabas para su venta. Desde el alto costo de mantenimiento y los casi 100.000 dólares en impuestos anuales, hasta el hecho de no tener acceso directo a un lago, fueron elementos que llevaron a Jordan a bajar varias veces el precio de venta para poder deshacerse de ella.
Hoy, a los 61 años y con un patrimonio neto que se estima en 3.200 millones de dólares, la leyenda de los Chicago Bulls vive en el estado de Florida.