Lamine Yamal es una de las sensaciones del fútbol mundial en la actualidad, y lo está confirmando en la Eurocopa. El atacante del Barcelona cumplirá 17 años el próximo sábado y viene demostrando que su juventud no le impide estar a la altura de tamaña competición.

En medio del fervor por la Euro, su padre marroquí, Mounir Nasraoui, publicó una foto en su cuenta de Instagram en la que se puede ver al nuevo crack culé hace 16 años con el entonces crack del equipo blaugrana: Lionel Messi.

La pixelada imagen no tardó en hacerse viral y en dar la vuelta al planeta a través de portales de todos los continentes. Medios españoles no tardaron en atar cabos y llegar al origen de aquella postal: un calendario de cara al año 2008 del diario Sport con fines solidarios para la Fundación del Barcelona y Unicef.

A finales de 2007, cuando el pequeño Lamine tenía cinco meses, apareció en una foto con su madre, la ecuatoguineana Sheila Ebana, y Messi, que tenía 20 años. Sin la gimnasia paterna que adquirió años después con sus hijos, el argentino lució tan tímido como en la actualidad, según narró el fotógrafo, Joan Monfort. “Aunque es muy profesional y lo puso fácil”, narró.

Entrevistado por El País de Madrid, contó que “Lamine era muy simpático” y “se ganó a Messi en dos sonrisas”, aunque el recuerdo no afloró fácilmente. El hoy fotoperiodista del diario madrileño As, que por entonces trabaja en el catalán Sport, tuvo que ejercitar la memoria y revolver el archivo personal tras la viralización de la foto que posteó el padre de Yamal.

Cuando le mandaron la foto de baja calidad publicada por el padre del hoy crack culé, no lo reconoció, como es normal. “Yo no vi que era Lamine, podría ser cualquier niño. En ese momento vi que estaba con Messi, que entonces aún no era lo que es ahora”, dijo Joan Monfort, el fotógrafo más solicitado por sus colegas este fin de semana.

Buscó un par de días hasta que encontró las imágenes, junto a muchas otras que no llegaron a ser publicadas, y activó los recuerdos. Según contó, por entonces llevaba un par de días haciendo fotos entre niños y futbolistas, pero ese día se le ocurrió llevar una bañera y toallas para recrear el momento del baño y hacer algo distinto. Y, por si acaso, llevó un patito de goma que usaba su pequeña hija, que fue el que le destrabó la memoria.

“Fue una casualidad de la vida. En aquel instante no te puedes imaginar lo que será casi 20 años más tarde. Es una conjunción de cosas que solo se da una vez”, expresó Monfort, quien, sin saberlo, juntó en una imagen a dos joyas de la cantera del Barcelona.