Lionel Messi volvió a cambiarle la vida a una familia con un simple pedido a través de redes sociales. Primero, hizo un pedido de chancletas que fue furor. El año pasado pidió churros a un modesto local de Rosario que terminó abriendo sucursales en otras ciudades, y ahora el afortunado fue un emprendedor que fabrica parillas balconeras.
Guillermo, el dueño del negocio familiar, se encontró con un inesperado mensaje a través de Instagram. Según las capturas que exhibieron en un video, era el propio Messi pidiéndole una parilla y tomaba como referencia la de un amigo que le compró y vive en Miami. El capitán de la selección argentina también quería el envío.
La emoción fue tal que decidieron cumplir con el pedido y además enviarle una de regalo, más chica y personalizada, con motivos de la selección argentina. Tal como pasó con el negocio de churros, Messi y su esposa, Antonela Roccuzzo, no tuvieron problemas en que los emprendedores hicieran públicos los chats. Desde entonces, les cambió la vida.
“Hasta hace dos días mi taller era una cosa y hoy estoy está explotando de gente que me compra productos”, relató en diálogo con Canal Trece, y para muestra alcanza con observar sus redes sociales. Al día de hoy, y tras ocho años de trabajo, la cuenta @labohierro tiene más de 120.000 seguidores en Instagram.
“Todo esto empezó hace dos meses, cuando nos hicieron el pedido, y hace 10 días llegó. Les pedí permiso para publicarlo en nuestro perfil y no pensé que se fuera a viralizar. Lo queríamos comentar como un logro y reafirmar que nuestro ídolo máximo, cuando necesita algo y pudiendo comprar lo mejor, viene al país, toca la puerta y quiere comprar acá”, expresó.