André Pedrinelli, médico de campo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), estaba en funciones en el partido que San Pablo le ganó a Nacional 2-0 el pasado jueves por los octavos de final de la Copa Libertadores en el estadio MorumBis (ex-Morumbí), donde el zaguero tricolor Juan Izquierdo sufrió un paro cardíaco que derivó en su fallecimiento.

El profesional habló con el portal brasileño Globo Esporte y defendió la forma en que actuó la sanidad, acorde al protocolo, en el momento del desvanecimiento del futbolista uruguayo. “El árbitro hace un gesto con los brazos cruzados pidiendo atención médica, y la ambulancia del estadio ingresa al terreno de juego a los pocos segundos, todo ello dentro de un riguroso protocolo médico”, aclaró.

Pedrinelli explicó que, en el momento en que Izquierdo cayó, “un jugador del San Pablo estaba recibiendo asistencia en la banca” y la imagen que recibió en ese momento en la tablet para acudir al auxilio de Izquierdo “no se centró en el momento exacto de su caída”, lo que dificultó una percepción inmediata. Además, esa imagen tiene “un retraso de tres segundos”, algo programado para tener “la oportunidad de revisar una jugada en paralelo lo más rápido posible”.

“Todo se hizo correctamente”

“El día del partido había cinco médicos en el campo. Además del personal de Nacional, estaban un colega médico de San Paulo y el socorrista de la ambulancia. El responsable de las primeras asistencias es siempre el cuerpo médico del club, en este caso, Nacional. Aun con tantos profesionales, las decisiones no son fáciles. La comunicación rápida y continua, la capacitación constante y la coordinación son fundamentales en estos casos”, explicó.

Pedrinelli era el encargado de inspeccionar el estadio y capacitar a los profesionales de la salud que estuvieran trabajando para garantizar la mejor atención de emergencia posible. En ese sentido, sostiene que “todo se hizo correctamente, de acuerdo con los protocolos preestablecidos por la Conmebol”.

“Antes del partido se realiza un entrenamiento con el equipo de ambulancias para que, en caso de necesitar entrar al campo, puedan acceder al lugar correcto lo más rápido posible, y eso fue lo que ocurrió. Otro punto que entrenamos fue la comunicación con el árbitro. También hace una señal indicando la emergencia, e incluso eso está entrenado. Todo ello agiliza la comunicación interna, que se realiza vía radio, para una mayor agilidad y claridad de las acciones”, manifestó.

Muy distinto a Eriksen

Pedrinelli evitó la comparación con el caso del danés Christian Eriksen en la Eurocopa 2021, cuando sufrió un paro cardiorrespiratorio en el campo, porque aquello se dio “con cámaras de televisión viendo la jugada”, lo que hizo que “el reconocimiento del cuadro fuera mucho más claro y rápido que el de Izquierdo”.

“El caso Eriksen fue un paro cardíaco rápidamente reconocido. Cayó y quedó inmóvil en el suelo. En el caso de Juan, hubo puntos dudosos que indicaban un posible paro cardíaco, y otros puntos que generaban factores clínicos divergentes. Tenía un cuadro convulsivo intenso, y tenía pulso y respiración cuando ingresó a la ambulancia. La decisión clínica no era fácil de tomar y no era solo una cuestión de conocimiento técnico”, argumentó.

“Hubo un hecho importante que complicó la situación: el estado convulsivo que tenía Juan. En ese momento era difícil saber qué ocurría como factor inicial, si la condición cardiológica o neurológica”, añadió, siempre puntualizando que todo se hizo “dentro del reglamento”, por lo que le resultaría “difícil cambiar algo” en comparación con lo que se hizo.

De cara al futuro, a modo de evitar situaciones como la de Izquierdo, cree que “se podría resolver repensando algunos puntos”. “En los partidos de la FIFA, por ejemplo, hay un equipo médico centralizado en el campo para entrar inmediatamente en caso de emergencia. Es necesario repensar algunas reglas y preparar mejor a los profesionales que trabajan en los juegos”, concluyó.