Maximiliano Olivera habló en conferencia de prensa tras la clasificación de Peñarol a octavos de final de la Copa Libertadores, y reconoció que “pesaba” la mochila de los 13 años sin avanzar de fase. “Sabíamos que pasaron muchos años. En muchas ediciones Peñarol mereció e hizo los puntos para que se le diera, pero no se le venía dando. Fue un día con mucha ansiedad, con muchas ganas de que llegara el partido”, comentó.
“Fue un partido muy trabado, pero el objetivo era clasificar y se dio ganando, que es importante porque nos servían dos resultados”, añadió respecto al 2-1 frente a Rosario Central. “El equipo se mostró muy bien, no solo en estos partidos, sino en toda la fase. Enfrentamos a un gran rival como Atlético Mineiro, y en los dos partidos lo hicimos muy bien. Somos justos merecedores de este pase a octavos”, afirmó.
En relación a los dichos de Jorge Broun, arquero de Rosario Central que criticó el estado del césped del Campeón del Siglo, dijo que “no está en las mejores condiciones que ha mostrado siempre este estadio, pero estaba bien y se podía jugar”. “Peñarol lo demostró. Jugamos por momentos muy bien. En los últimos minutos manejamos bien la pelota. No me parece que haya incidido en nada. Fuimos superiores acá y en la cancha de ellos merecimos mucho más. En toda la serie fuimos mejor equipo”, añadió.
La “guerra” y las virtudes de Maxi Silvera
Olivera destacó además el hecho de no haber entrado en el “clima de guerra” que se vivió desde los medios, con algunas declaraciones, en la previa. “Lo charlamos, muchas veces en tono de broma por las cosas que se dijeron. Pero lo que queríamos era ganar”, explicó. “Esa era la guerra que queríamos ganar. Más golpe que ganarles y dejarlos afuera no había. Más allá de los chistes, nuestra mentalidad era ganarles. Más disfrute nuestro y dolor de ellos no había. Ese fue el golpe más grande”, manifestó.
Consultado por Maximiliano Silvera y el sacrificio que aporta al equipo, opinó que “es el jugador que todos quieren tener como compañero”. “Por suerte ya lo había tenido en México y sabía lo que es como profesional. Lo demuestra en todos los partidos”, ponderó.
“Más allá de que es un goleador, que es lo más importante para un delantero, nos da muchísimo en la presión, en la ayuda y en la marca. Y cuando tenemos la pelota se sacrifica aguantándola y jugando. Es un jugadorazo, y afuera de la cancha es tremendo profesional”, agregó sobre el atacante oriundo de Cerrito.
La lectura del cuerpo técnico
Por último, cuando le preguntaron por las virtudes de Diego Aguirre, ponderó que “junto con el cuerpo técnico supieron leer muy bien los partidos”. “En el partido con Atlético Mineiro cambiamos la forma que jugaba Peñarol y demostramos que el equipo podía ser tan versátil como el cuerpo técnico nos proponía”, indicó.
“Con Defensor pasó lo mismo; con Lucas Hernández nos tocó hacer una posición distinta a la que veníamos haciendo, por orden del cuerpo técnico, y salió a la perfección. Les cerramos los circuitos y nos sorprendió lo bien que lo habían leído, porque lo que nos dijeron fue lo que pasó”, valoró.
“Leen bien los partidos, saben manejar los momentos con los cambios. Por algo pasan las cosas, y por algo 13 años después vuelve a estar acá haciendo vivir esto a la gente de Peñarol. Es un orgullo para nosotros estar con él acá y que nos haga sentir lo que sentimos hoy. Es espectacular”, concluyó.