Mauricio Pereyra habló este viernes en el programa Minuto 1 de Carve Deportiva sobre su decisión de volver a Nacional ahora, con 33 años, en plena vigencia y tras rescindir el contrato que lo ligaba al Orlando City de Estados Unidos, club que pretendía que siguiera en sus filas.
“He tenido la suerte en mi carrera de irme, por decisión propia y por diferentes motivos, de lugares donde me querían mucho. Ahora se juntan varias circunstancias que hicieron que volviera a Nacional en este momento”, contó el mediocampista formado en la cantera tricolor.
Vigente y con ganas de volver
Pereyra enumeró los motivos que lo llevaron al retorno: “El deseo del entrenador [Álvaro Recoba], que se comunicó conmigo, de que estuviera en Nacional; el deseo del club de contar conmigo sabiendo que había terminado contrato en Orlando con ganas de volver, y el deseo personal, tanto familiar como deportivo”.
“Quien realmente me conoce sabe que siempre dije que a Nacional quería volver vigente y devolverle lo que me había dado, y no llegar con 37 o 38 años. Era un deseo que tenía hace tiempo y se dieron las circunstancias”, destacó.
“Le dije a mi representante [el exfutbolista de Nacional Ricardo Canals]: ‘Si no vuelvo ahora, ¿cuándo?’ Ahora es el momento en que creo que puedo llegar a aportar desde donde me toque, desde la experiencia que he tenido y desde lo futbolístico con lo que tengo para dar”, dijo Pereyra.
La compatibilidad con Lodeiro y su puesto en la cancha
Consultado por Nicolás Lodeiro y la chance de que también retorne al club que lo formó, dijo que no habló últimamente con él porque al llegar a Uruguay perdió el celular que utilizaba en Estados Unidos, que era mediante el cual se comunicaba con el sanducero, y considera que pueden compartir el mediocampo.
“Jugamos juntos desde quinta, en la selección sub-20 y en el primero de Nacional. Somos compatibles y nos gusta jugar juntos por un tema de afinidad dentro de la cancha y por cómo nos entendemos. No creo que haya incompatibilidad”, señaló, y habló de su evolución como jugador con la experiencia adquirida en el exterior en los últimos 12 años.
Si bien siempre fue un volante ofensivo, en Rusia le “ha tocado jugar de ocho y doble cinco, y en Orlando de 10”. “No era un 10 tan cerca del punta, sino más mediocampista de creación. Cuando presionábamos lo hacía desde donde me tocaba, y cuando teníamos bajaba para buscar la pelota y darle funcionamiento al equipo”, explicó.
El llamado de Peñarol
Consultado por el interés de Peñarol, reconoció que lo llamó Ignacio Ruglio. “Tuve un contacto del presidente, que me manifestó el deseo de que yo fuera porque está Diego Aguirre, que me había dirigido en la selección sub-20. Le dije que no jugaría en Peñarol, pero no lo iba a hacer público en ningún momento y no quería que se hablara de eso porque a veces es noticia y sale en primera plana ‘nunca jugaría en Peñarol’”, contó.
“Desde un primer momento le dije que mi deseo era volver a Nacional y que iba a esperar que Nacional me contactara. No me gustan hacer públicas estas cosas porque se genera un roce en el día a día que intento evitar, pero fue esa simple situación. Le agradecí que se comunicara conmigo y que tuviera la delicadeza de contactarme personalmente”, añadió.
A esa altura no tenía una oferta concreta de Nacional, pero sabía que llegaría. “Todavía no había terminado el Campeonato Uruguayo. Mi representante, Ricardo Canals, había tenido una charla con José Decurnex y quedaron en juntarse a hablar. No tenía una propuesta formal, pero sí las ganas de dialogar para arreglar algo”, concluyó.