“Es algo lindo y me pone contento. No es mi rol pero siempre suma ayudar al equipo y da confianza”, dijo Matías Viña en diálogo con el programa ‘Sport & Show’ de Sport 890 sobre su gol ante River Plate por la primera semifinal de la Copa Libertadores, que terminó en victoria del Palmeiras por 3-0 a domicilio.
“Venimos trabajando muchas pelotas quietas y esa era una de ellas. No se había dado la posibilidad de hacerla, pero esta vez salió bien”, agregó sobre la jugada de ese tercer tanto que convirtió de cabeza tras un tiro libre ejecutado en forma de centro por Gustavo Scarpa.
“Tengo alegría por estar donde estamos y por el resultado que se dio, pero el esfuerzo que se hizo no es para relajarse. Hay que trabajar de la mejor manera para la vuelta porque todavía quedan 90 minutos y hay que seguir trabajando con humildad y seriedad”, advirtió.
“River viene haciendo lo que hace desde hace bastante tiempo. Nosotros hicimos un planteo, salió de buena manera y pudimos convertir. Fuimos a hacer el juego que veníamos haciendo. Hacer tres goles en una semifinal es importante, pero no está nada cerrado”, agregó.
“Crecí mucho en la parte defensiva”
Consultado por su balance desde el 1.º de febrero, fecha en la que llegó al Palmeiras, dijo haber notado “una evolución en la parte defensiva”. “Crecí mucho y era un déficit que tenía. Iba bien al ataque pero me costaba un poco en el retroceso y era algo a mejorar. Lo estoy mejorando”, valoró.
“A veces me quedo un poco más atrás. Antes subía todo el tiempo aunque capaz que no tenía espacios e igual iba y me llegaba la pelota. Ahora, si no tengo el espacio para ir, ocupo otro espacio de la cancha y soy más de apoyo. En Nacional era más vertical”, recordó.
“Al principio me costó el ritmo. Quería hacer lo mismo que en el fútbol uruguayo y por un tema físico no me daba para terminar los partidos. Después que fui aprendiendo que no tenía que subir en todas las jugadas, empecé a distribuir mejor mi potencial físico”, explicó.
El positivo de coronavirus en la selección y su ausencia ante Brasil
Consultado por el trago amargo que le tocó vivir hace un mes y medio, cuando se perdió el partido entre Uruguay y Brasil por haber dado positivo de COVID-19 en el retorno de la delegación celeste desde Barranquilla, dijo que “es una pandemia mundial y le puede pasar a cualquiera”.
“Me tocó a mí como podía tocarle a cualquier compañero. Me hice tres test antes de viajar a Colombia y uno más antes de viajar a Uruguay. En los cuatro di negativo. Di positivo en el quinto, cuando llegué a Uruguay”, recordó.
“Todavía se está evaluando cómo evoluciona el virus en cada cuerpo. Me dolió cómo pasó y por el partido que tocaba jugar contra Brasil, que era especial por estar yo ahora jugando en Brasil, pero lo tomé de buena manera y le veo el lado positivo. Por suerte me tocó en ese momento y no ahora jugando semifinales de un campeonato”, valoró.
Sobre las críticas recibidas en redes sociales por creerse que fue el caso cero en la selección, fue claro: “Estaba triste como cualquier jugador por no poder ayudar a los compañeros en la cancha, pero los comentarios no me generaron nada. Soy una persona tranquila y sé que las cosas pasan por algo. Es una pandemia y no hay que echarle la culpa a nadie”
Reconoció que le costó la vuelta después de cumplir con el período de aislamiento. “Me tocó pasarla de la mejor manera y sin síntomas. Al volver a Brasil sentía el tema de estar inactivo y sin entrenamientos. Sentí un poco el cansancio y los ahogos, pero cuando agarré ritmo de nuevo me sentí bastante bien”, concluyó.