Un día después de su salida de Rampla Juniors, Martín García aclaró que el cierre de su corto ciclo fue “de mutuo acuerdo”. “Tuvimos una charla en muy buenos términos con la directiva y hay momentos para todo. El fútbol de hoy es así, es muy resultadista, y hoy no hay proyectos, sino que hay que sacar puntos”, dijo al programa 100% deporte de Sport 890.
“Evidentemente el partido con Progreso tenía una importancia grande porque era con un rival directo, aunque Progreso viene con un proceso del mismo plantel de un montón de tiempo. Nosotros nunca pudimos tener el 11 que teníamos en la cabeza. Los cambios que hicimos para ir a buscar el partido fueron Nicolás Royón y Delis Vargas, que estaban entre algodones y quedó demostrado que no estaban para jugar. Pero no teníamos más que eso”, explicó.
“El ambiente estaba bastante caldeado también con la hinchada y hay momentos en los que hay que pensar a futuro, pensando también en los futbolistas y en lo mejor para el club. Llegamos a un acuerdo en que el momento era ayer. Ahora tiene bastante cerca un partido ante un rival directo como Fénix”, dijo, y recordó que las lesiones le impidieron tener un equipo al menos parecido al que pretendía armar, además del poco tiempo de trabajo y de la imposibilidad de hacer un acondicionamiento físico para varios jugadores.
“Hay un poco de desgaste nuestro de intentar buscarle la vuelta dando el 120% en el día a día. Hemos ligado muy poco en situaciones muy puntuales. Habíamos hecho un buen partido con Miramar y deseaba ir al frente nosotros alguna vez en el tanteador. Ayer arrancamos muy bien y Progreso se veía sorprendido porque la pelota la tenía Rampla, pero en un lateral ofensivo cometimos un error que terminó en el empate y ahí hubo un quiebre en el partido. Después otro error en el córner del segundo gol, y luego quedamos lejos”, lamentó.
Consultado sobre las condiciones de Rampla Juniors como club, que distan de ser las ideales en comparación con otras instituciones, fue claro: “Cuando asumimos, sabíamos a dónde íbamos, y teníamos la máxima ilusión. Pero fueron pasando cosas que no fueron culpa de Rampla como institución, ni de nosotros ni de los jugadores. Tuvimos un montón de problemas que nos llevaron a no poder sacar los resultados necesarios. La realidad es que, como dijo el presidente ayer, tenemos un punto de 12 y hay que tomar decisiones”.
El exdelantero pandense de 48 años duró apenas 51 días y cuatro partidos al frente del plantel rojiverde, con el que tuvo un registro de un empate, tres derrotas, tres goles a favor y 10 en contra.