El 5 de setiembre de 2024, la selección de San Marino derrotó 1-0 a su par de Liechtenstein por la primera fecha de la Liga de las Naciones de la UEFA y, de esa forma, cortó una racha de 20 años y 141 partidos sin conocer la victoria. El hecho fue histórico, pero sus futbolistas redoblaron la apuesta y un mes más tarde vencieron al mismo rival por 3-1, consiguiendo así el tercer triunfo oficial de toda su historia.
La mayoría de sus jugadores son amateurs o, como mucho, semiprofesionales, motivo por el que, en gran parte, está última en el ranking FIFA desde hace muchos años. Se reparten entre equipos de la Serie D de Italia, que es la Cuarta División, la Eccellenza, equivalente a la Quinta italiana, y la liga local, denominada Campeonato Sanmarinense de fútbol.
Pero en esta última no solo juegan futbolistas locales, sino que hay algunos extranjeros, como es el caso de Martín Bastos Moncalvo, un mediocampista nacido hace 30 años en Dolores, ciudad ubicada en el departamento de Soriano.
Su carrera futbolística no ha sido la habitual, pero no porque juegue en San Marino, sino porque, además, sus inicios no fueron los que comúnmente tiene un jugador uruguayo. Y es que, a diferencia de muchos otros colegas suyos, no hizo divisiones formativas a nivel de AUF y su primer arribo al fútbol de Montevideo fue recién a los 22 años.
Tras jugar en equipos de su Dolores natal y de Nueva Palmira, puso rumbo hacia la capital del país para estudiar logística a nivel terciario en UTU. Pese a que llegó a Montevideo para estudiar, decidió seguir jugando al fútbol y por eso en 2016 comenzó a entrenar con la Mutual de Futbolistas Profesionales.
Para 2017 tuvo su primera oportunidad en AUF, defendiendo a Colón en la Primera División Amateur (ex C). Ese año el Tricolor de Brazo Oriental perdió el ascenso con Albion, mientras que en 2018 sucedió lo mismo contra Bella Vista. “No era diferente al interior”, aseguró Bastos Moncalvo a FútbolUy en relación al nivel de la Divisional C.
Ese 2018 fue el año clave en su vida, ya que tras perder un nuevo ascenso con Colón decidió emprender nuevos rumbos. Para comienzos de 2019 vio “como una oportunidad” viajar a Italia “para hacer los documentos” correspondientes y obtener la ciudadanía del país europeo, pero aprovechó y conoció un nuevo fútbol.
Martín contó que en ese entonces supo de personas que “vivían” del fútbol de ascenso en Italia, por lo que no dudó en aprovechar la oportunidad: “Me largué solo, sin conocer a nadie, y caí en la Toscana”. “Llegué en marzo o abril, que ya están terminadas las temporadas”, motivo por el cual no pudo comenzar a jugar en un club desde un principio.
Pero la vida le tendría preparada una nueva oportunidad: “Encontré trabajo en una escuela de fútbol y no sabía que mi jefe era ayudante técnico en Serie A, que ahora está en Cagliari [Manuele Cacicia], y él me consiguió una prueba en un club”. En concreto, fue para el Castelnuovo, que competía en Eccellenza, la Quinta División del fútbol italiano. Arrancó allí en setiembre de 2019.
Tras una temporada ahí, jugó en otros equipos entre Cuarta y Quinta como NC Latina, Club Milano y Fabriano. Y ante la consulta con respecto al nivel futbolístico de esas ligas, detalló: “Eccellenza [Quinta División] es como una C de Uruguay, se juega bien y hay muy buenos jugadores”, mientras que “Serie D [Cuarta División] es entre una B y una A de Uruguay. Incluso los sueldos son mejores que en la A; no se considera profesional, pero hay gente que hace carrera en esa liga”.
No tiene representante, por lo que se maneja enviando currículums con videos suyos para conseguir club, y así fue como se fue moviendo dentro de Italia. Hasta que llegó una oportunidad un tanto peculiar que no dudó en aprovechar.
Un excompañero le habló de la liga de San Marino, micro Estado del que ya “había escuchado”, ya que es un cónclave de Italia. “Me parecía un lugar exótico”, expresó Martín, quien recordó que le pasaron “el contacto de un director deportivo” de un club de allí: “Me presenté y mandé mi perfil”. “Ya llevaba varios años en Italia, así que no fue tan difícil” que lo ficharan.
Ese hecho se dio en agosto de 2022 y el club que decidió contar con sus servicios fue Libertas, que esa temporada fue sexto en la liga sanmarinense y contó con la participación del volante uruguayo en 28 partidos entre todas las competiciones, en los que aportó un gol.
“Me gustó, me sentí bien”, dijo sobre la experiencia en San Marino que fue de tan solo un año, pero que volverá a repetir pronto. Tras eso pasó a jugar en el UE Sants Andreu de España y luego regresó a Italia para formar parte del Atlético Mondolfo Marotta, su último club.
Pero desde hace un mes está entrenando con el Pennarossa, equipo que marcha penúltimo en el Campeonato Sanmarinense, el cual es comparable en cuanto a nivel con la Serie D de Italia, y con el que firmará en los próximos días —cuando se abra el mercado de pases— hasta fines de mayo.
“En San Marino es mucho más tranqui” el fanatismo por el fútbol con relación a Italia, donde “por más que sean ligas regionales, hay equipos con hinchada y jugás con presión; el italiano lo vive mucho el fútbol”, comentó.
Destacó que “la diferencia es la mentalidad” entre los dos países, que va “desde los detalles para preparar un partido”, ya que “el italiano desde el lunes hasta el sábado está pensado en el partido”.
Desde que terminó la temporada 2023/24 a mediados de año se encuentra libre ya que optó por no jugar en ningún club. ¿El motivo? El fútbol playa. Y es que por tercer año consecutivo disputó la liga de fútbol playa en el verano italiano, pero en setiembre de 2024 tuvo la oportunidad de jugar el Mundial de Clubes, lo que lo privó de firmar con un club de “fútbol 11”.
Esto debido a que el torneo se disputaba en un lapso de 10 días y, de esa manera, no iba a tener las dos semanas libres que le correspondían, por lo que decidió esperar hasta el mercado de mitad de temporada [enero] y mientras prepararse jugando al fútbol playa y entrenando por su cuenta.
En esa rama del deporte rey jugó primero en Cagliari, luego en Riccione y este año en Bologna, todos de Serie A (en Uruguay jugó al fútbol playa en Danubio). Con este último equipo italiano “quedó la mejor” con las personas que lo conforman, así que, posiblemente, en 2025 vuelva a jugar allí.
Los primeros cinco años que estuvo en Italia vivió del fútbol, pero hace un mes comenzó a trabajar en una empresa de software industrial. No descarta volver a Uruguay o jugar en otras ligas europeas, pero “una vez que entrás en la vuelta” del fútbol de ascenso de Italia, “siempre tenés oportunidades”, así que por algunos años más seguirá en el país de la bota.