Ser el primero en conseguir cualquier objetivo deseado siempre es rupturista, abre un camino de certezas y nuevas experiencias para otros que vienen atrás y piensan que los imposibles son posibles, que aquello que parece lejano, no lo es tanto.

Así fue la clasificación de María Sara Grippoli a los Juegos Olímpicos de París en taekwondo, la primera en conseguirlo de su deporte y, además, en un deporte de combate, algo inédito para la rama femenina.

Pero como inicio tienen las cosas, su historia comienza desde muy pequeña, a los 5 años: “Empecé en la Academia Lee, con la motivación de mi padre que siempre estuvo vinculado a las artes marciales. Al principio era una actividad extracurricular junto a mis hermanas, pero con los años me fui enamorando y pasó a ser parte de mi vida. Nunca lo dejé”, expresó.

“De a poco fui avanzando los grados para llegar a cinturón negro, y a los 12 años comencé en la modalidad de pelea [kyorugui], algo que me fascinó. A los 15 ya integraba la selección nacional, pero sin viajar tanto, hasta que en el 2022 tuve mi primer acercamiento con lo internacional, algo que comenzó a crecer”, relató.

Así fue como comenzó a ganarse un nombre fuera de fronteras, sabiendo esperar su momento y lugar, llegando a los Juegos Panamericanos de Santiago en 2023 y luego al clasificatorio olímpico.

Valor agregado

Grippoli, de 19 años, vivió un ascenso meteórico en su carrera deportiva, y así fue que llegó a Santo Domingo a buscar su lugar en la máxima cita del deporte, siendo punto y no banca, pero con la convicción en todo lo aprendido, más la confianza de un entorno siempre positivo.

“Clasificar a los Juegos es mi logro personal más grande, y haber sido la primera taekwondista en hacerlo es increíble”, contó a FútboUy, y prosiguió: “Siempre lo soñé, pero era algo que veía muy lejano. En el pasado se había intentado tantas veces con grandes deportistas y no se lograba, que lo veía como un imposible. Ahora eso es el pasado”.

Foto: PATU

Foto: PATU

“No estaba en los pronósticos de nadie, pero el día se dio perfecto y lo conseguí. Me llena de orgullo y marca el trabajo de todo un equipo conformado por entrenadores, compañeros, dirigentes, todos. Cada pieza funcionó para que este éxito fuera realidad. En algún momento se nos iba a dar, y que sea yo quien lo consiga me hace súper feliz”, reflexionó.

Y sobre el valor agregado que tiene para la rama femenina, expresó: “El taekwondo es un deporte que lo practican muchas menos mujeres que hombres, es notoria la diferencia. Espero que todo sirva para generar un impacto y que los niños, cualquiera sea el género, se acerquen y conozcan un deporte de combate que es hermoso y les va a dejar muchas enseñanzas”.

Francia te espera

El paso dado, pasaje sellado y a preparar los Juegos, algo que Grippoli asume con responsabilidad y el deseo de escribir un capítulo más en su joven historia deportiva: “Nos encontraremos con un nivel súper alto; las cinco primeras del ranking olímpico son top absolutas, medallistas mundiales olímpicas”.

“Todas son de excepción, pero estoy muy motivada de poder pelear con ellas, codearme a la par, medirme y poder demostrar lo que tenemos. Estoy entrenando muy duro para llegar al máximo de posibilidades, ajustando cada detalle y, además, tratando de disfrutar el momento”.

La representante uruguaya competirá en la categoría hasta 49 kilogramos, algo que ya proyecta: “Hay que dar el máximo en ese día, vaciarse, que la cabeza acompañe e ir por todo lo que se pueda lograr. No hay por qué no soñar, todo puede pasar; si llegué a esta instancia es por algo”.

Además, explicó: “Será una experiencia hermosa, tener la chance de conocer París también. Estoy trabajando durísimo para no arrepentirme de nada; voy a aprender un montón de cosas y sé que será algo único de la vida”.

“Me acuerdo siempre de la cita de Río de Janeiro 2016, cuando estaba en la casa de mi abuela mirando los Juegos por la televisión, y que ahora sea yo la que este compitiendo, es tremendo. Quiero que todo me sorprenda”, cerró.

Foto: FUT

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