“Es la primera vez que el remo gana más de una medalla, y en el primer día pudimos meter tres. La alegría es inmensa, sobre todo por haber podido meter el cuádruple”, dijo el remero Marcos Sarraute a FútbolUy este lunes, minutos después de haberse colgado el oro por el cuádruple par y la plata en la prueba de ocho con timonel de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
Para él tuvo un gusto especial, porque en los Panamericanos de Lima 2019 Uruguay también celebró el oro, pero meses después le fue quitado por un resultado adverso en un control antidopaje que se le realizó a él. Más que doping, fue un error administrativo en la declaración de un medicamento que toma el propio Sarraute desde la infancia.
“Fuimos injustamente descalificados por una medicación que tomo de toda la vida. Nos quitó el oro que fue un sueño de muchísimo tiempo y era impensable. Le ganamos por centésimas a una Argentina fortísima. Fue un golpe muy fuerte, de mucho dolor. Tuve un bajón depresivo fuerte y no quería ni salir de casa. Me subía a un bote y lloraba”, recordó.
“No pensé que fuera a seguir. Lo veía lejano, imposible. De a poquito fui enganchando y volviendo con el equipo. Desde el año pasado estábamos con la cabeza en esto y decíamos: ‘Tenemos que volver a ganar ese oro porque estamos bien y tenemos buen equipo. Lo hicimos, fue real’. Y pudimos reafirmarlo. Ganamos con un buen tiempo y controlando la regata”, dijo.
“A uno le llena el alma poder compensar después de tanto dolor. Si bien la competición no es solo ganar, haber podido repetir aquel resultado y quedarnos con esta medalla es muy importante para nosotros”, valoró el coloniense, que cumplirá 25 años el 1º de noviembre, quien dijo haber vivido “el mejor podio” de su vida.
“Felipe [Klüver] se desgarró el hombro por todo lo que dio en la última regata, y eso habla del compromiso que tenemos como equipo. Te estás muriendo pero seguís igual, porque no vas a joder a otro. Él se la bancó e hizo una regata de otro mundo. Llegó con el hombro hecho pedazos. Además estaba mi abuela, que por primera vez me vino a ver. Para mí fue un podio de puta madre”, explicó emocionado.
Sarraute, quien competirá este martes en la final del cuatro sin timonel junto con Leandro Salvagno, Martín Zócalo y Eric Seawright, valoró el “proceso largo que ha hecho el remo uruguayo” para empezar a lograr medallas en el continente y ponderó la llegada del entrenador argentino Osvaldo Borchi en 2015. “Y esto sigue”, vaticinó.
“Éramos un país más y le robábamos alguna medalla a Argentina, Chile o Brasil. De a poquito fuimos escalando. En 2018 empezamos a pisar fuerte y hoy somos un país que se respeta, y eso es lo lindo. Antes íbamos a ver qué podíamos hacer, y hoy venimos a que no nos saquen el oro. Eso es un honor y nos empuja todos los días a darle más y más, porque queremos mantener ese estatus. Tenemos un equipo en el que todos entrenan muy fuerte”, explicó.