Marcelo Broli, director técnico de la selección sub-20 de Uruguay, habló tras el 1-0 de su equipo sobre Colombia en el arranque del hexagonal final del Sudamericano en Bogotá, donde vivió un partido “intenso y precioso por el marco que tenía y la calidad del rival”.
“Físicamente estuvimos bien, a la altura. Lo que a veces afecta es la cancha mojada y que la pelota viaja más rápido. Hace pocos días estamos en Bogotá y vamos a ir mejorando con los días porque nos gusta tener la pelota. Es vital tener los golpes”, explicó sobre el nivel mostrado por los suyos.
Respecto a las posibilidades de gol malogradas en el primer tiempo, dijo que “fue una constante también en la serie” y que “lo bueno es que se están generando”. “Estos partidos hay que definirlos con goles porque son muy cerrados. Había preocupación porque no entraba la pelota, pero el camino es seguir intentando, y Uruguay siguió intentando”, destacó.
Consultado por la “mística” de los combinados celestes a la hora de sostener el resultado, fue claro: “La mística de todos los equipos uruguayos no la perdemos. Es algo que tenemos y le agregamos fútbol, pero a la hora de perder la pelota todo el mundo trabaja, hay sacrificio y es un equipo muy solidario. Estamos muy orgullosos de eso”.
“No soy quién para hablar de todo el fútbol uruguayo. Lo que tratamos de hacer es que los jugadores entiendan dónde están los espacios y aprovecharlos, y que sean agresivos en defensa y en ofensiva”, indicó, y se mostró “conforme con el rendimiento” de un equipo del que espera sea “ofensivo y con gente rápida por bandas”, algo que cree “se está logrando”.
Dentro del sacrificio colectivo, sobresale lo de Franco González, un habilidoso con la pelota que corre a la par de todos en la primera línea de presión. “Hoy en día en el fútbol, si no corrés, no jugás. Tenés que jugar y tenés que correr. Para ser un equipo competitivo necesitamos de todos a la hora de defender y de todos a la hora de atacar”, comentó Broli.
Su asistente, Diego Pérez, fue expulsado por el árbitro chileno Cristian Garay por acumular dos amonestaciones. “Estábamos todo muy intensos por el clima que había. Los jugadores no escuchaban las indicaciones y estábamos todos tratando de ayudarlos”, explicó el entrenador de la Celeste juvenil.
Por último, hizo un llamado a mantener los pies sobre la tierra por un triunfo que no significa más que “estar primeros junto a Brasil”. “Si creemos que por estar primeros en la primera fecha vamos a ir al Mundial, estamos equivocados. Todavía no conseguimos ningún objetivo y queremos conseguirlo”, concluyó.