Luis Suárez: los 790 días de la etapa en Nacional y su vuelta después de 16 años

La primera fecha señalada en la historia de Luis Suárez con el primer equipo de Nacional es el 3 de mayo de 2005, cuando hizo su debut oficial. Martín Lasarte lo mandó a la cancha a los 76 minutos del partido que empataba 1-1 con Junior en Barranquilla y que terminó en victoria de los colombianos por 3-2, decretando la eliminación de los tricolores en aquella Copa Libertadores.

El Salta, como lo conocían de la etapa de formativas, sustituyó a Rodrigo Sebastián Vázquez y compartió ataque con Alexander Medina, unos metros por delante de Gonzalo Castro, Martín Ligüera y Juan Albín. Fue el primero de sus 790 días como jugador del plantel principal tricolor hasta que se fue, más allá de que su primer gol tardaría unos meses en llegar.

Tres semanas más tarde fue al banco de suplentes contra Liverpool pero no entró, aunque esa presencia le alcanzó para que en su currículum figure como primer título el Campeonato Uruguayo Especial 2005. Sebastián Abreu era el dueño del ataque y anotó esa tarde ante los negriazules. Su socio fue Medina, a quien sustituyó Gabriel Álvez. El Cacique tenía 26 años, el Loco 28 y el Gaby 30. Además, Luis Romero estaba por cumplir 37 y alternaba. Con esas figuras por delante, vio el recordado penal de Abreu contra Rocha desde la tribuna. Con 18 años esperaba las chances, que aparecieron después de una gira por España en la que recargó pilas por poder ver a Sofía Balbi. La partida de Abreu le abrió una posibilidad y le dejó el reto que le planteó el Loco: usar la casaca 13.

Entró de suplente en un 1-1 con Espanyol, le anotó a Sevilla siendo titular, se destacó en la Teresa Herrera ante Deportivo La Coruña y tuvo un puñado de minutos en el 3-1 sobre Peñarol por el mismo torneo del verano europeo. Ante los carboneros entró por el Gaby Álvez y celebró su primera victoria clásica. Antes, en formativas, había festejado muchas más con la casi invencible categoría 87 del Bolso junto a Mathías Cardacio, Martín Cauteruccio, Bruno Fornaroli y Pablo Caballero, entre otros.

Hércules, Almería y Cádiz fueron los siguientes rivales de la gira española. Aprovechó sus chances y se ganó el lugar en la rotación para la temporada 2005/06, que empezó con él en el banco y sin entrar en la goleada 4-1 sobre Plaza Colonia. Alberto Totonito Silva, Juan Albín, el Gaby Álvez y el Chori Castro eran los hombres de ataque por delante de Marco Vanzini y Rodrigo Sebastián Vázquez.

Entró al fin de semana siguiente contra Cerro en el Centenario, le anotó a Paysandú FC su primer tanto oficial en un 5-0 en el Gran Parque Central y sus minutos fueron en aumento. El 22 de octubre de 2005 fue titular por primera vez en un 0-0 con River Plate y, siete días después, repitió en el Suppici, pero otra vez terminaron 0-0. Pasaron ocho partidos sin meterla y algunos hinchas empezaban a impacientarse, por lo que tomó una decisión para torcer la mala racha. “No le hacía un gol a nadie. Lo puteaban hasta los sordomudos. Así que a fin de año me llamó y me dijo que iba a tirar la número 13 a la mierda”, recordó Abreu en Polideportivo.

Para 2006 empezó a usar la 9 y la racha cambió. Le costó algunos partidos acostumbrarse al gol hasta que, el 14 de mayo, coincidiendo con el aniversario 107 del club, hizo el tanto del triunfo ante Wanderers e inició una seguidilla de cuatro partidos marcando. Contra los bohemios formó dupla con el Cuqui Juárez y lo sustituyó el Pájaro Andrés Márquez. Dos fechas después le marcó a Peñarol en un 2-2 en el Centenario, donde los zagueros carboneros fueron Luiz Garotinho Nunes y Maximiliano Godzila Arias.

A esa altura ya estaba afianzado. Jugó 14 de los 17 partidos del Clausura, siendo titular en 11. El 14 de junio festejó el título subiendo en sus hombros al panameño José Luis Garcés, autor del gol para vencer a Miramar Misiones 1-0 en el Gran Parque Central y dar la vuelta olímpica. Con una fecha de anticipación hubo festejo y asomaban las finales ante Rocha.

Tres días después del título, y solo por cumplir con el fixture, enfrentó por primera vez a nivel oficial a Edinson Cavani. Esa tarde, cuidando a varios de sus titulares y dando ingreso a Suárez en el segundo tiempo, el Bolso perdió 2-1 con Danubio y Cavani convirtió. Suárez no pudo hacerlo, pero en las finales del Campeonato Uruguayo no perdonó y se despidió del Gran Parque Central con título. En el Sobrero puso el 3-0 parcial para la goleada 4-1, y en la revancha abrió el score de un triunfo 2-0 que terminó con vuelta olímpica el 25 de junio de 2006 en la casa tricolor.

Después jugó un par de partidos de la Liguilla antes de partir hacia el fútbol europeo para totalizar 35 presencias, 21 triunfos, 10 empates y cuatro derrotas con la camiseta que vistió durante toda su adolescencia, con un total de 12 goles que llevaron al Groningen holandés a pagar un millón de dólares por su ficha.

Pasaron 16 años desde la partida del goleador que, por entonces, peleaba un puesto con Elías Ricardo Figueroa en la delantera de la selección sub-20 de Gustavo Ferrín. Hoy, siendo el dueño de la casaca 9 de la mayor y tras haber dejado huella en Groningen, Ajax, Liverpool, Barcelona y Atlético de Madrid, vuelve para estar a pleno de cara al que será su último Mundial con la camiseta que lo tiene como máximo goleador histórico.