Nacional entrenó este domingo en el Complejo Deportivo de Los Céspedes y tras la sesión, Luis Suárez se quedó jugando con sus dos hijos varones, Benjamín, el más grande, y Lautaro.
Pese a que el equipo se encuentra preparando la vuelta de cuartos de final de Copa Sudamericana frente a Atlético Goianiense que tendrá lugar este martes en Brasil, el Pistolero no dejó pasar la oportunidad de jugar con sus hijos, en algo que fue catalogado como "la más rica herencia" por el club en sus redes sociales.
Hubo roles claros, ya que su hijo menor, que llevaba un buzo de Nacional, prefirió jugar contra su padre, mientras que el mayor, también con distintivos tricolores, optó por quedarse en el arco. Un amigo de los niños también estuvo presente.