Luis Suárez se despidió este domingo del público de Gremio y todo parece indicar que a partir de 2024 jugará en el Inter Miami de la MLS junto a su amigo Lionel Messi y sus excompañeros en Barcelona Sergio Busquets y Jordi Alba. Igualmente, aún no confirmó su destino y el próximo miércoles jugará su último partido con el Tricolor Gaúcho, en la visita al Fluminense.
“Me hubiera gustado jugar la Libertadores, pero el que habla es mi cuerpo. El dolor que siento en el día a día es mucho y tengo que pensar en el Luis Suárez ser humano. Tengo una carrera muy larga y creo que me he ganado el derecho a decidir, a decir ‘basta’ y a poder disfrutar de donde me toque jugar, de disfrutar a mis hijos, a mi mujer”, dijo en rueda de prensa tras el 1-0 a Vasco da Gama con un gol suyo.
Pese a este gran año en Gremio, contó a 100% deporte de Radio Sport 890 que “mis hijos querían que me quedara en Nacional”. “Me decían: ‘¿por qué no nos quedamos?’ Y lo que pasa es que el fútbol no tiene memoria. Si me quedaba después de los tres o cuatro meses divinos, que fueron inimaginables, te quedás un año, y si no rendís lo que se espera, ya empiezan las críticas y te dicen que estás robando la plata. Hay muchos ejemplos. El más reciente es el del Mota [Walter Gargano]. Fue histórico lo que hizo Peñarol y después terminó como terminó. Yo no quería irme así y menos del fútbol uruguayo”, añadió.
Comentó que en las noches previas a los partidos tiene que tomar tres pastillas y antes de entrar a la cancha darse una inyección: “Si no hago eso, no puedo jugar”. Y detalló: “En la rodilla derecha tengo una hiperextensión, no la puedo extender. Esto lo tengo desde el 2020, que en plena pandemia no pude terminar el tratamiento tras una operación que me hice en Barcelona. Todo esto me genera un pinchazo constante. Me falta el cartílago y eso hace que el dolor sea permanente. Por suerte no me genera líquido porque no podría ni moverla, pero se me tranca y no la puedo ni doblar”, ahondó.
“Ahora puedo soportar esta artrosis, pero tengo que pensar que en cinco años capaz no puedo jugar al fútbol 5 con mis amigos. La verdad es que los primeros pasos de la mañana son muy dolorosos. El que me ve piensa que es imposible que juegue un partido. Mi hijo me pide para jugar con él y no puedo”, dijo, y agregó: “Mi deseo hoy es vivir el día a día y disfrutar lo que estoy viviendo. Si voy a un club es para ganar; si no, me retiraría. Soy cabeza dura y quiero seguir disfrutando de jugar al fútbol, que es lo que más me gusta”.
Con respecto a su vuelta a la selección uruguaya el pasado mes de noviembre para la doble fecha de Eliminatorias ante Argentina y Bolivia, indicó: “Soy tan cabeza dura que después del Mundial de Catar me quedó esa espina y me dije ‘¿por qué no tener otra oportunidad?’. Disfruté como un niño mi regreso a la selección”. “Si uno está haciendo méritos, ¿por qué no?”, dijo sobre la posibilidad de ir a la Copa América 2024. “Si voy a estar el año que viene en la selección va a depender de varias cosas, de lo que quiere el técnico y también de mi nivel”, apuntó.
Y cerró hablando de su vínculo con Marcelo Bielsa, DT de la Celeste: “Me dijo que lo que yo había hecho en cinco minutos en un entrenamiento, otros jugadores no habían agarrado ese concepto en varias prácticas. Ahí puede estar la diferencia. En la parte física sí puede ser que uno ya no es lo que era antes. No puedo hacer las presiones como Darwin [Núñez], pero juega mucho la experiencia y la inteligencia de cada uno”.