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Luis Suárez dialogó con Radio Marca sobre su presente en el Atlético de Madrid y volvió a referirse a su salida del Barcelona, donde aclaró que lo que sintió “no fue calentura”, sino “tristeza y dolor por las formas”. “Donde te cierran una puerta se te abren cinco puertas gigantes valorando tu trabajo, profesionalidad y trayectoria. Eso es lo que me dejó orgulloso; no me quisieron en un lado y me quisieron en otro. Busqué la felicidad en otro lado y la encontré enseguida en el Atlético, donde estoy disfrutando el momento”, destacó.
“En el Barcelona hubo una planificación de trabajo, táctica o como quieran llamarle, que buscaba una fórmula de hacer cambios. Uno tenía que aceptarlo. Si buscaban el cambio de uno era porque no lo necesitaban y cada uno sacará sus conclusiones. Lo que toca vivir hoy en día es mi presente en el Atlético”, recalcó el salteño, buscando zanjar el tema por el que tuvo que responder en todas las entrevistas que concedió durante el último mes y medio.
Le buscaron una respuesta picante al preguntarle por la sequía goleadora que está viviendo su ex equipo, pero salió jugando de forma elegante: “A uno a veces lo pone mal que estén viviendo este momento de falta de contundencia porque dejé amigos en Barcelona, pero son rachas. Ya vendrán los goles”.
Respecto a Lionel Messi, el más notorio de los amigos que dejó en Barcelona, dijo que mantienen un diálogo fluido, pero no de fútbol. “Hablamos muy seguido pero, sinceramente, hablamos mucho de nuestras vidas. Hace poco fue el cumpleaños de uno de mis hijos y el de Thiago, el de él. Hablamos más que nada de la vida, de lo que puede pasar o del virus. Hablamos muy poco del fútbol, de los goles que erramos o de sistemas tácticos. Los dos somos conscientes de que estamos grandes y nos preocupamos más de que uno esté bien y de saber cómo está la familia que por el fútbol”, reconoció.
El Atlético y la ambición de volver a ser campeón
Consultado por el Atlético de Madrid, dijo no haberse sorprendido “porque ya sabía al equipo que iba y qué clase de entrenador y compañeros iba a tener”. “La gente que trabaja en el club me ha hecho muy fácil la adaptación, tanto la mía como la de mi familia”, valoró.
Tampoco se sorprende por Diego Simeone porque “desde afuera ya lo veía”. “Sí me sorprende que lleve muchísimos años en un club y que los jugadores sigan con ese convencimiento. Que sigan trabajando, que si no juega uno el suplente apoye. Eso lo genera el entrenador con su espíritu, su contagio para que todos estemos activos. Eso genera una competencia sana que hace mejor a cada jugador”, ponderó.
Sobre las chances de ser campeón del cuadro colchonero, que de momento es el que perdió menos puntos, cree que “puede que sea una Liga pareja”. “El que cometa menos errores desde el principio... Yo que estuve en el Barça soy consciente de que si empezás mal y perdés puntos es muy difícil volver a alcanzar a los primeros”, sostuvo.
“Hay que estar firmes, convencidos. Si querés ganar la Liga tiene que ser desde el principio, con muchas ganas. Como muestra el Atleti, el Madrid, el Barça no le ha salido las cosas como quieren. Pero sabemos que la estará peleando hasta el final. Si nosotros nos lo creemos y tenemos esa ilusión de querer ganar la liga, ¿por qué no soñar?”, se preguntó.
Sobre la Champions, que es el gran anhelo rojiblanco, opinó que “es muy diferente a La Liga”. “Se basa en el momento de cada equipo. Está muy físico ahora. El partido con el Bayern (4-0 en Alemania para el último campeón) fue porque ellos fueron más eficaces que nosotros. De cinco o seis que tuvieron metieron cuatro. Nosotros tuvimos más ocasiones y no pudimos convertir. Eso en Champions se paga caro”, lamentó.
“Si mejoramos esa eficacia podemos competir contra el Bayern, que es el mejor equipo de Europa, o el Liverpool, que ya le eliminaron en el pasado. Si sabemos lo que queremos y nos lo creemos, estamos capacitados porque tenemos jugadores, personalidad y calidad. Sólo falta estar acertados en esos momentos claves. Es lo que hay que hacer en Champions”, analizó.
Parte de la falta de eficacia lo involucra a él con esa extensa sequía anotadora que lleva en partidos como visitante. “Los delanteros pasan por rachas. En mi caso con la Champions no es racha, ya no sé cómo llamarlo. Lo importante es que no voy a bajar los brazos, voy a seguir intentándolo”, advirtió.
“Mi mayor deseo es lograr cosas importantes con el Atlético. Me da igual marcar yo, quiero que el Atlético gane para ser feliz. Es lo que me interesa. Trato de estar ajeno a lo que se pueda decir de los goles en Champions. Pero sé que soy delantero y tengo que estar a la altura de lo que se pide”, señaló.
En referencia a las críticas que recibió por su físico después de la última operación, dijo estar tranquilo porque “a uno siempre le buscan un ‘pero’ para intentar criticar”. “Llevo muchos años en el fútbol y ya sé de qué viene esto. Los que me conocen saben cómo estoy y mi exigencia en los entrenamientos. No dejo de entrenar, me siento muy bien. Con el entrenador es bueno tener el feeling de que uno no es una máquina y necesita descansar. Correr más o menos depende de cada partido. La exigencia en el Atlético es máxima, como la era para mí en el Barcelona”, concluyó.
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