Luis Enrique, entrenador del París Saint-Germain, se mostró “convencido” de que su equipo “va a dar vuelta” la serie de cuartos de final de la Champions League ante el Barcelona, que tras el 3-2 del equipo español el pasado miércoles en Francia tendrá su revancha el martes a las 16 horas en territorio catalán.
“Ni hay que exagerar, ni rasgarse las vestiduras cuando se pierde. No tengo ninguna duda de que vamos a competir y dar una alegría a nuestros aficionados”, expresó el director técnico gijonés, aunque reconoció que a su plantel le costó “recuperar su estado mental” por la derrota en el juego de ida.
Pese a ello, lejos de considerar la exigencia del resultado como una presión, se aferró a una frase muchas veces repetida por distintos futbolistas. “No hay ninguna presión. ¿Qué presión? Presión tiene el que tiene que trabajar seis o siete días a la semana y levantarse a las seis de la mañana para llevar de cualquier manera un jornal a casa, sin poder ponerse enfermo”, dijo.
“Yo vivo como un señor. Trabajo con una sonrisa a cada día, tengo a mi disposición cantidad de medios, posiblemente a los mejores jugadores del mundo… Bendita presión”, concluyó.