Luis Aguiar, actual futbolista de Oriental de La Paz, con pasado en Peñarol y Nacional, se refirió por primera vez a la decisión de aceptar jugar en el Tricolor, pese a su paso por el Aurinegro, en el programa de YouTube Trinche.
Acerca del hecho, comenzó contando: “Se habló mucho. Se dio la posibilidad en otro contexto de vida y opté por lo que sentía. La terminé pasando recontra bien en ambos equipos. La sociedad que tenemos hoy en día, y más en el entorno del fútbol, hizo que resultara bastante difícil para la familia. Desde el primer día, llegué solo a Los Céspedes y nunca me pasó nada. Fui muy bien recibido y la pasé espectacular”.
Luego, reconoció: “Era el futbolista número 36 en cambiarme de equipo e incluso, después de mí, lo hicieron varios. No fue una decisión para nada difícil. Llegado el momento, tuve que decidir y apareció Nacional, al que le dije que sí desde el principio, sabiendo las consecuencias. Cambió totalmente mi vida”.
“Había hecho un año espectacular en Perú, donde nos fue muy bien y tuve uno de los mejores años de mi carrera. Me merecía tener algo importante y no me sonaba el teléfono ni para jugar en mi pueblo. Con el año que había hecho, era algo raro”, mencionó.
Más tarde, el Canario afirmó: “No es que la gente no lo entienda, sino que habla de la vida de los demás como si nada, con una autoridad increíble. Es un trabajo. La vida y mi situación cambió. Siendo goleador del equipo en Perú con 15 goles, campeón después de 11 años con un equipo grande y mejor extranjero del año, ¿por qué no me llamaron?”.
“Hay alguno que, por ahí, me dice algo, pero, por lo general, la gente de Peñarol me respeta. Sí me hacen sentir que, en su momento, les dolió. Hoy en día, quedó en el pasado”, manifestó.
Aguiar opinó lo siguiente con respecto a sus pasajes por el Carbonero y el Albo: “En Peñarol, de todos los momentos que tuve, fueron más los buenos que los malos. Llegamos a una final de Copa Libertadores y salí campeón. En Nacional, me sentía bien, jugando todos los partidos, pero, de un momento a otro, no jugué más. Sentía bronca de no entender el porqué. Tenía la renovación automática después del 65 % de los partidos. Te queda algo raro y creo que me comí algo de costado. Me quedó la espina y hasta lo hablé con el Cacique [Medina]”.