Lucas Torreira, jugador del Arsenal, habló con espn sobre cómo son sus días en cuarentena en Londres tras el positivo de coronavirus de su entrenador, el español Mikel Arteta, y su recuperación de su lesión en el tobillo derecho.
"Si bien se venía hablando de este virus, pero cuando se dio el positivo del míster (Arteta) nos tomó de sorpresa. Fue un duro golpe para todos y en seguida nos dijeron que debíamos estar en cuarentena. Por suerte el club y los médicos están encima de nosotros", dijo el volante.
El futbolista de la selección uruguaya remarcó que hace ocho días que está aislado en su casa, pero tenía previsto un viaje que se le cayó: "El mismo día que le dio positivo al míster le pedí para viajar a Uruguay. Todo esto porque los últimos estudios de la lesión me habían dado bien y el club me había autorizado a viajar. Sin embargo, surgió esa noticia y fue un golpe muy duro para todos y para mí que yo tenía la ilusión de ir a mí país".
"Ni bien me entero de su positivo me comunique con él para mandarle todo el apoyo, pero él enseguida llamó a todo el plantel y nos dijo que aprovecharamos el tiempo para trabajar, porque esto no son vacaciones", aseguró.
Torreira está aislado y en plena recuperación de su lesión: "No puedo tener mucho movimiento de la pierna, aunque el club se puso a disposición de todos porque nos dio algunos equipamientos para trabajar. Si bien hay algunas cosas que no las puedo hacer como son las maquinas para mejorarme de la lesión. Pero con lo poquito que tengo trato de rebuscarme para seguir en la recuperación y no perder el tiempo".
La lesión de Torreira se dio en un partido por los octavos de final de la FA Cup ante el Portsmouth. El volante central se refirió a cómo fue ese momento: "La saqué bastante barata porque la jugada fue muy fuerte. Ni bien sentí el golpe sabía que algo me había dañado. Le pedí al médico que me sacara el zapato porque me apretaba y, la verdad, pensé que iba a ser un poco más grave". Pero lo más importante es que no tuve que operarme.
"Se hablaba mucho por como estaba el pie y lo que había salido en los exámenes. No obstante, a los cinco días fuimos a ver al especialista y él me dijo que por la manera que se habían ensanchado los ligamentos no tenía que operarme".
Torreira comentó la felicidad que tuvo cuando le dijeron que no debía pasar por el quirófano: "Salté en una pata de alegría. Me había ido preparado con la mochila porque me dijeron que me podían operar y, de ser así, ya me quedaba ahí".
"Más o menos ocho semanas de recuperación y ojalá que sea menos y yo veo que hay un gran avance porque estoy poniendo mucho de mi parte", sentenció.