Sebastián Britos: Factor de que su arco estuviera en cero en el primer tiempo al tapar un mano a mano de Ángel González. En el complemento mostró seguridad y en el alargue tapó otra clarísima de Abel Hernández. En la última del alargue no pudo hacer nada ante el zapatazo de la Joya desde el área chica.

Federico Pereira: Seguro en la marca, sin complicaciones y haciendo uso de su buen físico. No aportó tanto en ataque, pero fue un bastión defensivo, incluso cuando estuvo disminuido físicamente. Un producto del club que estuvo a la altura de una definición de este tipo.

Juan Izquierdo: Durante los primero 45’ tuvo algún cierre interesante y una desatención donde se le escapó Ángel González. Estuvo en todos los cruces dialécticos con los rivales. Cumplió su tarea con buena nota, principalmente cuando el equipo se retrasó al tener uno menos.

Mateo Antoni: Un zaguero veloz y rendidor, siempre atento para cubrir su zona y a los compañeros. Casi no perdió en los duelos individuales y se agrandó cuando tenían uno menos. Ya fundido, no pudo cerrar a Hernández en el gol del desequilibrio.

Miguel Samudio: Dedicado a la marca de su lateral y con poco de su habitual desdoble al ataque. Fue el encargado de ordenar a la última línea, pero extrañaron sus buenos centros que casi no aparecieron. Salió en el alargue sumamente agotado.

Marcelo Meli: Otro de los que se esperaba mucho y mostró muy poquito. Se perdió entre los volantes aurinegros, sin poder filtrar pelotas ni ser nexo con los hombres de ataque. Apagado, algo que resintió el funcionamiento negriazul. Salió sentido en el alargue.

Pablo Siles: Trajinó bastante en zona de volantes, ayudando a la contención y en la presión de la salida rival, alternando buenas y malas. Con la pelota algo impreciso, pero corriendo mientras estuvo en cancha. A los 66' salió de la cancha sentido.

Gonzalo Nápoli: Marcó más de lo que aportó al ataque, donde no fue factor. No pudo utilizar su buena pegada de media distancia y no levantó con el correr de los minutos. Fue bien reemplazado.

Luciano Rodríguez: Quedó en el debe, tras el espectacular cierre de Clausura que tuvo. No fue factor en el trámite, tuvo algún remate sin potencia o centralizado que controló De Amores. Quiso generar con alguna corrida por la banda sin suerte y salió a los 66' con una dolencia física.

Alan Medina: De lo mejor ofensivamente cuando tocó la pelota. Movedizo, encarador, queredón. Por momento le faltó mayor compañía de sus compañeros. Hizo amonestar a Olivera y pidió siempre la pelota.

Thiago Vecino: No pesó con continuidad, poco habilitado y controlado por los zagueros rivales. En el complemento mejoró y tuvo una clara a los 77' cuando cabeceó un centro de Rivero, pero el golero le sacó el festejo. Luego probó de media distancia sin acertar al arco. Debió salir tras la expulsión de Rivero.

LOS QUE INGRESARON

Rodrigo Rivero: Ingresó por Luciano Rodríguez a los 66'. Entró de buena forma, dando otra velocidad al ataque. Se paró por izquierda y fue pistón para tocar y encarar a Aguirregaray. Colocó un gran centro para Vecino. Todo eso quedó rápidamente en el olvido al ver la roja a los 89' tras un planchazo sobre Menosse que dejó a su equipo con uno menos para el alargue.

Martín Barrios: Ingresó por Pablo Siles a los 66'. Le dio otra presencia a la zona de volantes, mejorando la contención y la salida clara del balón.

Ruben Bentancourt: Ingresó por Gonzalo Nápoli a los 79'. Peleador y chocando, bajando para colaborar en defensa cuando el partido se puso cuesta arriba.

Federico Andueza: Ingresó por Thiago Vecino a los 90'+3'. Entró para dar una mano a la defensa cuando el equipo quedó con uno menos y se adaptó a las necesidades de su equipo.

Matías Ocampo: Ingresó por Miguel Samudio a los 105'. Generó algunas faltas que le dieron desahogo en el segundo tiempo del alargue.