La Federación de Fútbol de Hungría está sancionada y en el inicio de la Liga de las Naciones frente a Inglaterra, partido que ganó 1-0 con gol de Dominik Szoboszlai de penal, debía jugar sin público, pero siempre encontró una forma de evitarlo.
En el Puskas Arena se registró una asistencia de más de 36.00 espectadores, pero lo curioso fue que prácticamente todos eran niños menores de 14 años. Esto debido a que el reglamento tiene una excepción ante la prohibición de espectadores cuando un equipo está sancionado.
Durante los partidos de Hungría con Francia y Portugal en la Eurocopa pasada, hubo cantos racistas, por lo que la Federación fue sancionada con dos partidos sin público y una multa que supera los 200 mil dólares.
Sin embargo, encontraron una solución, ya que en el artículo 173 del Código Disciplinario permite que en partidos cerrados al público por sanciones de este tipo, permite que haya invitados, los cuales deben ser niños menores de 14 años, inclusive, que pertenezcan a academias de fútbol y por cada grupo de 10 niños debe haber un adulto.
Este artículo existe desde 2019 y el Sparta Praga de República Checa fue el primero en sacar provecho de esta excepción en 2021. En ese entonces había sido sancionado a jugar un encuentro europeo sin público porque, en un partido ante Mónaco por la previa de Champions League, se produjeron insultos racistas hacia Aurélien Tchouaméni.
El siguiente partido de Sparta ante Rangers en Europa League, pudo jugarlo con más de 10.000 niños en las tribunas del Generali Arena.