La selección italiana certificó este lunes su pase a la fase final de la Liga de Naciones tras terminar con el sueño de Hungría y ganarle 2-0 en un partido en el que la buena actuación colectiva de la Azzurra quedó opacada por la individual del meta Gianluigi Donnarumma, clave en la segunda mitad para mantener el marcador.
El sueño empezó escaparse de entre las manos de los locales a pocos minutos de que se cumpliera la media hora de partido, cuando un error en la fase de construcción salió demasiado caro.
Nagy recibió el balón ya en malas condiciones y presionado, pero su cesión de primeras sobre el meta Gulacsi, sin tensión y dirigida a portería, fue lo que desencadenó el gol de la Azzurra. Gnonto se adelantó al arquero y dejó el balón muerto en el corazón del área, justo donde apareció para abrir el marcador.
La solución más frecuente para hacer daño y evitar la maraña de piernas húngaras fueron los balones en profundidad sobre los carrileros Dimarco y Di Lorenzo. Este último, de hecho, a punto estuvo de poner el 0-2 con una jugada preciosa en la que controló con el pecho, se hizo hueco en la frontal y disparó, rozando el palo, con pierna mala.
El único susto real que dio la selección de Hungría fue una salida en falso de Donnarumma que bien pudo suponer el empate pero, entre el barullo de jugadores, el remate local se marchó desviado.
El Puskas Arena revivió en el segundo tiempo, pero duró poco ya que Barella filtró a Cristante dentro del área, que encontró a Dimarco para poner el 0-2 definitivo, un gol que significó el número 1.500 de la historia de Italia.
Hungría tuvo otra clarísima para recortar distancias nada más encajar el duro revés. Apareció de nuevo Donnarumma para hacerse, otra vez, gigante bajo palos y sacar sobre la línea el cabezazo de Styles.
Supo sufrir Italia en los últimos veinte minutos de choque, en los que se vio a merced de Hungría y en los que, además, intervino el VAR para revisar un empujón claro de Bastoni sobre Szalai, pero que el árbitro no consideró penal en última instancia, por lo que Italia se clasificó.
Las selecciones de Inglaterra y de Alemania recuperaron las buenas sensaciones para afrontar el tramo final de la preparación para el Mundial de fútbol de Catar, tras firmar este lunes un empate 3-3 en Wembley, en un choque vibrante en el que locales y visitantes, tras una gris primera parte, se desmelenaron en la segunda mitad.
El equipo inglés no dudó en protegerse refugiándose en las inmediaciones de su área en espera de poder sorprender al contragolpe. Un planteamiento que a punto estuvo de salirle bien a los de Gareth Southgate a los 25 minutos de juego en una corrida de Sterling tras un sensacional pase en largo de Luke Shaw.
Sin embargo, le faltó en la definición, tras ver como el arquero Marc-André Ter Stegen evitaba el tanto con una magnífica intervención. Más tarde, Harry Kane careció de acierto para enviar a las redes un remate de volea a la salida de un córner.
Ocasiones a la que Alemania logró responder en el tiempo de añadido de la primera mitad con un disparo desde fuera del área del mediocampista Joshua Kimmich que se marchó rozando el parante.
Un anticipo de lo que ocurrió a los cinco minutos de la segunda mitad cuando Alemania se adelantó en el marcador con un gol de penal de Ilkay Gündogan, tras una falta revisada por el VAR de Harry Maguire.
Alemania aprovechó los espacios para doblar el marcador a los 67 minutos en una contra propiciada por una pérdida de Maguire que se encargó de culminar Kai Havertz con un sensacional disparo desde fuera del área.
Sin embargo, cuando todo parecía más favorable para el conjunto germano llegó la reacción de Inglaterra, un equipo que no había anotado ni un sólo tanto en sus tres últimos partidos, que necesitó apenas tres minutos para igualar el marcador.
El tiempo que transcurrió entre el gol del lateral Luke Shaw, que firmó a los 72 minutos el 1-2 al rematar un centro de Declan Rice, y el tanto de Mason Mount, que firmó en el 75 el 2-2 al resolver con un magnífico remate de primeras una acción de Bukayo Saka.
Dos tantos que avivaron la ambición del conjunto inglés que culminó la remontada a falta de siete minutos para la conclusión, gracias a un gol de penal de Harry Kane, que estableció el 3-2 al transformar una pena máxima cometida por Nico Schlotterbeck sobre Jude Bellingham.
Toda una muestra de carácter del conjunto inglés, que quedó ensombrecida por el error del arquero Nick Pope, que propició en el minuto 87 el gol del empate definitivo del conjunto alemán, al dejar muerto un balón a los pies de Kai Havertz tras un remate lejano de Serge Gnabry.
Aún pudo moverse el marcador todavía más, pero Marc-André Ter Stegen privó del gol de la victoria a los 90 minutos a Saka con una sensacional atajada, que sentenció el definitivo 3-3, que permite afrontar a Inglaterra y Alemania con mejores sensaciones el próximo Mundial.
Resultados
Grupo 3 - Liga B
Rumania 4-1 Bosnia y Herzegovina
Montenegro 0-2 Finlandia
Grupo 4 - Liga C
Macedonia del Norte 0-1 Bulgaria
Gibraltar 1-2 Georgia. Julio Ribas es el entrenador de la selección locataria.
Grupo 2 - Liga D
San Marino 0-4 Estonia