Barcelona se impuso 2-1 al Real Madrid en el Camp Nou y se mantuvo como líder de la liga española tras las 28.ª fecha. Los catalanes eran superados en varios aspectos por su adversario hasta que en un gol de Luis Suárez comenzó a torcer la historia.

Solo al comienzo el local pudo ser más que el Madrid, aunque esa realidad duró poco. De entrada Suárez e Iniesta combinaron por izquierda y cerca estuvo el primero del Barça en una pelota que Carbajal termina desviando al córner a los 3' de juego.

De contra el Madrid lo tuvo en los pies de Ronaldo a los 12' y lo perdió de forma increíble después del pase de Benzema y trepada de Marcelo por zurda, la banda por donde la visita se sintió más cómodo atacando.

Tras un primer tramo de cierto dominio del local, los merengues equilibraron acciones a través de la presión y dividiendo la posesión de la pelota.

Pero fue Barcelona el que pegó primero a través de la pelota detenida, algo que le viene dando réditos en las últimas fechas. La falta cerca del área de Pepe sobre Suarez, el centro perfecto de Messi y la aparición de Mathieu a los 19' para dejar sin asunto a Casillas con remate bajo de cabeza.

El trámite siguió equilibrado hasta que nuevamente una pelota quita sobre el área del Madrid generó peligro. El córner que peleó Piqué, rebote para Suárez que remata por derecha y encuentra solo a Neymar a un metro del arco, pero fallando la chance sorprendido por el trayecto del balón.

En esa misma acción el Real Madrid efectuó una respuesta perfecta que Cristiano Ronaldo culminó con el empate. El portugués definió a los 31' tras apoyar a Benzema, que pivoteando en el área cedió de taco tras el pase profundo de Modric.

A partir de ahí el equipo de Ancelotti siguió creciendo. Controló la media cancha con grandes trabajos de Modric y Kroos, y cada vez que arrancaba en transición tras recuperar dio sensación de peligro hasta que se fueron al descanso.

En el inicio del segundo tiempo Bravo salvó el Barça de una chance muy clara donde Benezma dispara desde el centro del área. Tácticamente seguía muy firme el elenco visitante manejando los tiempos del partido.

No entraba en juego Messi en los blaugranas y el equipo lo sentía, hasta que apareció el uruguayo Suárez para destrabar el partido cuando Barcelona menos lo merecía. Un pase largo de Dani Alves, el control en carrera del 9 y el tiro cruzado a los 56' para el 2-1.

El tanto cambió la dinámica del juego. Barcelona se mostró más sereno con la pelota y vertical en las ofensivas. Neymar dispuso de un par de chances más, autogestionadas por su habilidad, pero donde culminó de mala manera.

Las amarillas fueron las protagonistas del partido, once en total, pero hubo una que el árbitro obvió y pudo ser clave. Neymar se iba por izquierda y la falta de Carbajal lo detuvo. El juez desestimó lo que era la segunda amonestación del barbado defensor.

Entrando en los 15' finales Neymar y Messi volvieron a fallar chances ahora sí muy favorables, lo que dio vida a un Madrid que estaba a merced de su rival. A 10' del final de nuevo tuvo que actuar Bravo para evitar la igualdad, aunque eso sería lo último del equipo merengue.

En el final fue Casillas el que ahogó dos gritos de gol del Barça. Primero a Jordi Alba que llegó exigido a definir por el medio y luego desviando un remate de Messi sobre el palo.

Barcelona terminó jugando mucho mejor y controlando a gusto el partido, aunque la imprecisión en el último pase y la definición lo hizo sufrir hasta el instante final. Los de Luis Enrique con su triunfo sacan cuatro de ventaja en la cima de la liga española.

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