Cerro Porteño de Paraguay amargó debut en la Copa Libertadores de Curicó Unido de Chile en un partido que comenzó con un gol a favor anulado por un dudoso fuera de juego en el minuto 10 y acabó con un tanto de córner de Juan Patiño, en el 89', cuando el partido ya expiraba.
Con un poco más de ritmo, Curicó Unido forzó una falta en el centro del campo y la pizarra de Damián Muñoz funcionó a la perfección. El balón llegó llovido desde al punto de penal y allí Augusto Barrios anotó de cabeza a la escuadra, lo que desató el delirio de la grada del Monumental.
Pero la felicidad por el primer gol en la historia de los torteros en la Copa Libertadores duró apenas unos minutos y se convirtió en una angustioso enfado. Tras más de ocho minutos de deliberaciones, el árbitro argentino Yael Facón se acercó al monitor del VAR y consideró que existía un controvertido fuera de juego.
El gol anulado no acalló a la hinchada, fiestera todo el tiempo, pero sí a los de la región del Maule, que perdieron ritmo, intensidad y posición, circunstancia que aprovechó Cerro Porteño para asentarse y enseñar los dientes.
La distancia entre las líneas se amplió, el centro del campo local tenía demasiado terreno que defender, con transiciones muy largas y espacios muy amplios que los paraguayos no supieron aprovechar.
Un córner en el 22 que a acabó en las manos de Fabian Cerda, un cabezazo de Aquino que lamió el larguero y una gran jugada de Carrizo que pifió con un mal disparo en los minutos añadidos. La segunda parte apenas produjo cambios. Ambos equipos se fueron diluyendo, con mucha distancias entre líneas y apenas ocasiones de gol.
Más experimentados, mejor dirigidos desde la banca, los paraguayos no solo neutralizaron cualquier intento de Curicó. Poco a poco, animados por los cambios introducidos por Facundo Sava, fueron ganando algo más de presencia en ataque, sobre todo desde la entrada del internacional Bryan Samudio y de Antonio Galeano.
Ambos le dieron más empuje al internacional boliviano Marcelo Moreno Martins, que merodeó con algo más de peligro la meta local. El partido entró en una fase en que cualquiera podía hacer gol en una jugada aislada. La tuvo Gastón Castro en una controvertida acción en el área pequeña en la que Curicó reclamó penal.
Y la aprovechó el central Patiño, que ya había avisado en otro saque de esquina, para darle a Cerro Porteño una ventaja de oro de cara al partido de vuelta, previsto para la próxima semana, y amargar el debut a los chilenos.