Wanderers cumplió con su parte del libreto y goleó, pero tuvo que pasar algunos minutos de espera para dar rienda suelta al festejo contenido. Su 3-0 sobre Zamora no alcanzó para celebrar en el mismo campo de juego, dado el desfasaje con el 2-0 de Boca Juniors sobre Palestino, concretado en los minutos finales. Como fuere, terminó una primera fase notable como segundo del grupo y ya piensa en los octavos de final, pese a no haber jugado su mejor partido, paradójicamente, en la noche que obtuvo su mejor resultado.
Divorciado de su estilo habitual de pelota al pie y juego por bajo para ser protagonista, el conjunto del Prado salió demasiado replegado atrás y cediéndole la iniciativa al Zamora, como especulando con un empate por si Boca Juniors le hace el favor ganándole al Palestino. Con ese panorama, los venezolanos, ya eliminados hace un buen rato, tomaron la iniciativa y merodearon el área rival, pero sin profundidad.
Wanderers, que se armó con cuatro defensores, Quagliotti de tapón delante de ellos y Santiago Martínez y Matías Santos bien cerca, partió el equipo y dejó más sueltos para generar a Albarracín y Vergés, con Mascia muy solo en el ataque. Con esa disposición táctica le costó generar al elenco de Alfredo Arias, que a los 24’ sufrió la baja por lesión del zaguero Emiliano Díaz y dio ingreso al volante Adrián Colombino, replegando a Quagliotti a la defensa.
Casi sin proponérselo y habiendo hecho escasos merecimientos para lograrlo, el conjunto uruguayo abrió la cuenta a los 34’. Vergés pisó el área por derecha y metió un buscapié rasante que se encontró con el botín de Matías Santos, quien se arrojó al piso y empujó el balón a la red. Casi 10 minutos después tuvo el segundo Vergés tras pase notable de Albarracín, pero el arquero Ibarbo tapó el mano a mano con un pie.
El segundo tiempo siguió siendo malo y deslucido, con cierto nerviosismo para Wanderers. Esa tensión se terminó a los 64’, cuando Albarracín recibió en la medialuna un pase de Santiago Martínez desde la izquierda, acomodó el esférico y le pegó de zurda bien abajo contra un caño. Ese tanto le daba al equipo de Alfredo Arias la tranquilidad del resultado propio que no le daban las noticias desde Argentina, donde Boca Juniors y Palestino empataban sin goles con varios minutos de retraso por un corte de energía en La Bombonera.
Desde ese segundo tanto bohemio la atención pasó a Buenos Aires. Los uruguayos necesitaban ganar por cinco de diferencia para no depender de las buenas nuevas de la radio, pero ni siquiera se planteó esa posibilidad el entrenador Arias, quien optó por hacerle caso al refrán que dice que “más vale pájaro en mano que 100 volando”. El defensor Martín Rivas sustituyó al delantero Juan Cruz Mascia pensando en reforzar el fondo y asegurar el triunfo.
Pese a ello, a los 88’ cayó el tercero tras una notable combinación entre Santos y la figura de la noche, Albarracín, que definió notablemente Gastón Rodríguez. A esa altura sólo restaba saber qué pasaba en La Bombonera, donde segundos después el defensor Leandro Marín conectó un cabezazo a los 82’ para abrir el triunfo del equipo de Arruabarrena y sepultar las ilusiones de los chilenos, que necesitaban el triunfo. En la hora Calleri selló el 2-0.
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