La premisa de Wanderers ante Boca Juniors era sumar, aún sabiendo que el partido en el que se jugará la clasificación es ante Zamora, pero una meta alternativa debía ser, en caso de perder, no recibir muchos goles. Ni uno ni otro se le dio, por lo que en la última etapa deberá ganar y esperar que Palestino no lo haga en La Bombonera.
Los xeneizes arrancaron jugando como si fueran locales, acorde al bullicio que bajaba desde la Colombes y que hacía que sólo se escuchara en el Centenario el repertorio de La 12. Presionando arriba y robando balones empezó el equipo de Arruabarrena, que a los 9’ se puso a ganar.
Calleri descargó hacia la derecha para el Burrito Martínez y éste, con mucho tiempo para levantar el centro, puso una pelota precisa para el propio Calleri, quien cabeceó a espalda de Lima y por delante de Alex Silva de pique al suelo para batir al debutante arquero Techera.
Foto: Tenfield SA.
En los minutos posteriores siguió dominando Boca, con Lodeiro como eje y atacando en tándem por las bandas con Cristaldo-Martínez por derecha y Monzón-Chávez por izquierda. Justamente tras robar en la salida llegó un cabezazo a quemarropa de Lodeiro que exigió a Techera a los 24’.
Wanderers, que había avisado con un pase profundo de Vergés que tardó en definir Mascia y fue trabajo por Burdisso, mejoró defensivamente a partir de la media hora y empezó a crear en el arco de enfrente, coincidiendo con la salida de Erbes por lesión en filas xeneizes.
Un tiro libre de Vergés a los 34’ hizo volar a Orión, que seis minutos más tarde respondió bien ante un derechazo de Mascia, el más peligroso de la ofensiva bohemia. Poco después estuvo cerca Albarracín con un remate cruzado y desviado que fue su único aporte en toda la noche.
Boca perdió el mediocampo durante algunos minutos con la salida de Erbes y ya no era el de la media hora inicial, pero igualmente acarició el 2-0 a los 40’ tras una acción a balón parado con cabezazo al medio del Cata Díaz y remate de Marín que Alex Silva despejó en la línea.
Cuando Wanderers buscaba más presencia en el ataque con el ingreso de Reymúndez por un apático Gastón Rodríguez, que estuvo muy lejos de su nivel habitual y casi no entró en juego, llegó el 2-0 a los 4’.
Con los bohemios yendo a buscar una pelota quieta a favor, Lodeiro inició un contragolpe perfecto en su campo que siguió con Martínez, se prolongó con Chávez corriendo por izquierda y terminó en Calleri definiendo muy bien de cara con Techera.
De allí en más el partido se transformó en un inútil dominio territorial de Wanderers, que por momentos mereció descontar pero se encontró con un implacable Orión. Lejos de su estilo de fútbol depurado y por bajo, el elenco del Prado siguió yendo al frente, pero no pudo definir frente al arco visitante y dejó espacios atrás.
Maxi Olivera lamenta la derrota bohemia. Foto: EFE l Hugo Ortuño
Alfredo Arias quemó las naves con la entrada de Gularte por Santiago Martínez y quedó con tres delanteros netos, pero nada cambió. Boca siguió bien parado atrás, se dio el lujo de sustituir a Lodeiro por el joven coloniense Bentancur y alcanzó el 3-0 por un tiro libre de Monzón que encontró una floja respuesta de Techera.
Boca abrochó tres puntos que le aseguraron un primer puesto que ya saboreaba desde hace rato, y además se ilusiona con ser el mejor de los primeros de la fase de grupos. De hecho el único que podría alcanzarlo con puntaje perfecto es Corinthians, que con un partido menos jugado está siete tantos abajo en el saldo de goles.
Wanderers, con las bajas de Gastón Bueno y Reymundez por acumulación de amonestaciones y la ausencia de Alex Silva, suspendido por expulsión, afrontará la última etapa con siete puntos y saldo -2 visitando al zapatero y ya eliminado Zamora. Por su parte, Palestino, que suma siete unidades y registra saldo +2, enfrentará a Boca Juniors en La Bombonera.
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