Palmeiras humilló a River Plate en el estadio Libertadores de América, de Independiente, donde lo goleó 3-0 y le hizo precio en la semifinal de ida de la Copa Libertadores. El equipo paulista dejó la serie prácticamente resuelta de cara a la revancha del próximo martes a las 21:30 horas en el Allianz Parque.
El encuentro empezó con los millonarios sorprendiendo con el posicionamiento de Matías Suárez y Rafael Santos Borré volcándose por la izquierda y generando dos situaciones muy claras en los primeros cinco minutos, en los que los brasileños hacían agua en el fondo.
Santos Borré estuvo cerca a los 2’ con un disparo apenas alto tras una buena subida de Milton Casco, y a los 5’ Suárez llegó al fondo y jugó atrás para Jorge Carrascal, cuyo remate desde el borde del área chica rozó en el brazo de Matías Viña (sin intención) y fue contenido por el arquero Weverton en gran intervención.
El Verdao no inquietaba, hasta que a los 27’ abrió la cuenta en su primera aproximación. Un centro que no parecía de riesgo de Gabriel Menino desde la derecha encontró un despeje a medias del arquero Franco Armani y fue a parar a los pies de Rony, quien conectó un remate que se desvió en Nicolás de la Cruz y se coló abajo contra un caño.
Poco después acarició el 0-2 Palmeiras en una gran definición de Scarpa, pero la acción fue invalidada por fuera de juego previo de Luiz Adriano. A esa altura tomaba riesgos el elenco de Marcelo Gallardo y volvía a hacer merecimientos para su gol, como cuando a los 44’ un tiro libre de Ignacio Fernández dio en el travesaño.
Tan adelante iba River Plate, que a los 2’ del complemento lo pagó caro y quedó 0-2. Danilo buscó a Luiz Adriano y el 10 giró ante la ingenuidad del paraguayo Robert Rojas para irse expreso desde el círculo central. Con más de 40 metros por delante, el punta de área del Palmeiras fue demoledor en el pique y certero a la hora de definir ante la salida de Armani.
Por si fuera poco para el equipo millonario, se quedó con 10 hombres a los 60’ por un patadón de Carrascal sobre Gabriel Menino, que un rato antes exasperó a sus rivales con un lujo. De ese tiro libre llegó el centro de Gustavo Scarpa y el gol del uruguayo Matías Viña, quien batió a Armani con un preciso y esquinado cabezazo.
Después de ese mazazo, River no supo si ir por el descuento y regalarse atrás, o protegerse de una goleada histórica. Por momentos buscó desde la tenencia ante un rival que supo replegarse para salir rápido de contragolpe. Los dirigidos por el portugués Abel Ferreira estuvieron cerca del cuarto, pero perdonaron en los minutos finales.