River y Lanús se jugaban un pasaje a la final de la Copa Libertadores. Llegaban con el resultado de la ida a cuestas, victoria 1-0 de River.
La velada empezó con alegrías para el millonario. Primero fue Scocco de penal y luego Montiel de cabeza. River dominaba el partido, se floreaba y ganaba 3-0 la serie en el global. Nada hacía prever lo que pasó después.
En el los minutos agregados del primer tiempo, José Sand anotó el gol del descuento. Por entonces Lanús precisaba cuatro goles para concretar el milagro y el experiente delantero granate puso el primero.
Apenas salieron del vestuario para disputar la segunda mitad, fue el mismo José Sand que anotó el empate 2-2. Pero la serie seguía 3-2 en favor de River que además tenía la ventaja adicional de haber marcado de visitante. El equipo local tenía que buscar dos goles más.
El tercero llegó por intermedio de Acosta y el cuarto con polémica. Un agarrón dentro del área no fue sancionado por el árbitro, pero la asistencia de los árbitros en video (VAR) le permitió al juez rectificarse y sancionarlo.
El gol lo hizo el uruguayo Alejandro Silva, que ejecutó el penal con mucha calidad y redondeó con el tanto la remontada histórica. En apenas 45 minutos de juego, Lanús remontó un 0-3 en el resultado global para ganar 4-2 y clasificar a la primera final de Copa Libertadores en sus más de 100 años de historia.
Los jugadores de River terminaron el partido visiblemente molestos por el arbitraje. La intervención del VAR para la sanción del penal de Lanús, no se correspondió con lo sucedido en otros momentos del partido. Por ejemplo una mano dentro del área de Lanús, debió ser sancionada con penal para River cuando el partido estaba 2-0.
También hubo polémicas tras una agresión de Román Martínez a un futbolista de River cuando ya estaba amonestado y el encuentro estaba 2-2. Pudo haber sido expulsado y el VAR no intervino pese a imágenes claras que servían como evidencia.
El video arbitraje es una realidad, las polémicas siguen existiendo y los milagros también. Lanús está en la final, River no pudo conseguir una nueva Libertadores y ahora Gremio y Barcelona definirán quién será el otro finalista.