Boca Juniors y River Plate no pudieron completar el partido revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores en La Bombonera porque los futbolistas del equipo millonario fueron agredidos y se vieron imposibilitados de seguir jugando el encuentro, que al cabo de la primera mitad estaba igualado 0-0.
Antes del inicio del segundo tiempo, cuando los jugadores visitantes salían a la cancha por el túnel, un hincha de Boca les tiró gas pimienta a través del tejido desde la bandeja baja de una de las cabeceras, haciendo un agujero en la manga inflable. El árbitro decidió postergar la reanudación del juego algunos minutos para permitirles recuperarse a Vangioni, Ponzio, Martínez, kranevitter, Funes Mori y Maidana, los más afectados.
"Que abran la manga para que nos tiren gas es una vergüenza total", dijo Marcelo Gallardo segundos más tarde del episodio, al tiempo que sus dirigidos y directivos de River Plate empezaban a reclamar la suspensión del encuentro. En simultáneo, un dron sobrevolaba el estadio y exhibía una sábana blanca con una letra B en rojo, ganándose el aplauso de los fanáticos xeneizes.
El doctor Argento, encargado del control antidopaje, declaró a la transmisión televisiva de Fox Sports que los futbolistas afectados no estaban “en condiciones de seguir el partido”. De inmediato se reunió con los dirigentes y veedores de la Confederación Sudamericana de Fútbol allí presentes.
Luego hubo charlas, reuniones, llamadas telefónicas a altas autoridades e incertidumbre. Mientras tanto, los jugadores riverplatenses afectados seguían evidenciando los síntomas de un gas que no sólo afecta la visual y la respiración, sino que además causa quemaduras en la piel.
Una hora y 10 minutos después del lamentable ataque del que fueron víctimas los futbolistas, se tomó la decisión de suspender el espectáculo, por lo que ahora será la Conmebol quien decida si el encuentro se reanuda. Los jugadores siguieron en el campo y los de Boca no fueron solidarios con los de River, que permanecieron en el césped durante aproximadamente dos horas.
El partido
El equipo de Arruabarrena salió a jugar con el mismo nerviosismo que los hinchas transmitieron desde afuera, desesperados por revertir el 1-0 sufrido en la ida. Dividiendo demasiado por la presión de su rival, errando pases fáciles y sin generar juego transcurrieron los primeros 45 minutos del elenco xeneize.
Lodeiro miró desde el banco de suplentes mientras sus compañeros se dedicaban a protestar y a luchar el partido más que a jugarlo. De hecho, la intrascendencia de Pavón y Carrizo por los costados hizo que la única llegada de cierto riesgo llegara por el medio con Osvaldo, quien armó una pared con Pavón y remató débil desde la medialuna.
Del otro lado, River Plate se plantó firme atrás, ocupó espacios, pobló el mediocampo con Ponzio como bastión y prácticamente no atacó en todo el primer tiempo, especulando con la obligación de Boca. La única aproximación de riesgo fue a los 9’ con un zurdazo alto de Driussi, quien por momentos acompañó a Mora en el ataque.
Montevideo Portal