El partido comenzó con dos equipos que trataron de plantarse bien en cancha y controlar a su rival para después pensar en el arco rival, buscando certezas que dieran tranquilidad para tan importante choque.
Recién sobre los 9' se dieron las dos primeras chances para el xeneize, primero con un despeje de Maidana que se fue al corner y de ese balón al área, tras un remate de Pablo Pérez que tapó Armani.
Pero el cotejo era de mucho estudio y las principales llegadas eran por medio de pelotas quietas, como una chance que tuvo Ignacio Fernández a la salida de un tiro de esquina, cuyo remate se fue desviado.
En la pobreza que mostraba el juego sobre los 30', los de Barros Schelotto se mostraban algo superiores en cancha, pero ni Benedetto, ni Pratto pesaban en las áreas y los minutos transcurrieron entre pierna fuerte, ganas y pocas ideas.
Recién sobre los cinco finales se vieron las acciones más osadas, con un intento del colombiano Villa que exigió al arquero de River y una intentona de Pity Martínez.
Pero la historia tuvo su punto de quiebre a los 43' cuando tras una acción ofensiva millonaria que no supieron concretar, Nández recobró un balón, corrió y puso un pase milimétrico a Darío Benedetto que recibió, enganchó, encaró a Armani y lo ajustició para el 1-0 parcial.
El pitazo de Cunha que cerró la primera etapa dejó a las claras que River debía arriesgar mucho más si su apuesta era quedarse con la Copa, algo que no pudo hacer en los primeros 45'.
Lo empató
En el complemento los de la banda salieron mucho más decididos a buscar el arco contrario y con "Nacho" Fernández más activo, comenzó a gestar alguna intentona, en principio con remates de media distancia.
La gran polémica del juego se dio a los 56' cuando Pratto fue a buscar una pelota al área y Andrada lo bajó, pero VAR mediante, Cunha pitó falta del atacante para la molestia de muchos.
Allí comenzaron los cambios en los dos, ingresando Quinteros para darle fútbol al ataque de los de Gallardo y Ramón Ábila por Benedetto en los xeneizes buscando refrescar la ofensiva.
Y en la primera gran combinación de volantes con delanteros apareció el merecido empate a esa altura de Lucas Pratto a los 67'.
Fernández hizo una hermosa pared con Palacios, se metió en el área y le metió un pase medido a Pratto que no falló e infló las redes para el 1-1 en el Bernabéu.
De allí al cierre hubo poco más, aunque siempre la rienda del juego era para los de Núñez, que Pity Martínez entreverado no ayudó en la gestación y el partido derivó en el destino esperado por lo visto: el tiempo suplementario.
Lo quebró
En el arranque del primer tiempo del alargue, una falta polémica de Barrios , terminó en la segunda amarilla para el colombiano que vio la roja y dejó a los Barros Schelotto con uno menos.
Los millonarios a esa altura presionaban y buscaban el gol que les diera el título ante un rival que parecía fatigado y con varios jugadores que seguían en cancha por amor propio.
Y lo consiguió, apenas iniciado el complemento, cuando otra vez una gran jugada colectiva, terminó con Mayada conectando con el colombiano Quintero que sacó tremendo remate que dejó sin asunto Andrada y puso el juego en su favor por 2-1 .
Boca, que sintió el golpe, se tiró con todo al área, con Izquierdoz de nueve, el golero xeneize yendo en los corners, la emoción a flor de piel de los hinchas y Gago que se lesionó de gavedad, dejando a su equipo con nueve en cancha.
La última fue de Jara que intentó vencer a Armani con un disparo tras un despeje a medias de los zagueros, pero su intento dio en el parante y se fue al corner. Y de esa jugada llegó el tercero, cuando Pity Martínez recogió el rebote y se fue sólo hasta la valla final para el 3-1 que cerró el cotejo y estalló la celebración
De esa forma River Plate, de los uruguayos Mora, Mayada y De La Cruz, venció 3-1 a Boca en el Bernabéu y se quedó con su cuarta Libertadores en el historial, de la mano de un Marcelo Gallardo que agranda su figura a una de las más importantes de la historia del club.