River Plate volverá a jugar una final de Copa Libertadores después de 19 años; desde aquella vez que de la mano de Enzo Francescoli, los dirigidos por Ramón Díaz dieron la vuelta en el Monumental, nunca antes habían llegado a la última instancia del torneo más importante del fútbol latinoamericano.
La serie, en un principio, se había presentado de cierta medida fácil. Es que el 2-0, resultado que consiguieron los dirigidos por Marcelo Gallardo en Argentina, le había dado una tranquilidad que debían defender en, valga la redundancia, Defensores del Chaco.
Lo sencillo de la seria se comenzó a complicar en Paraguay. Guaraní planteó un partido inteligente y le complicó el encuentro a los de Mora, Sánchez, Viudez, Mayada y compañía. Federico Fernández había capturado y rebote y había superado a Marcelo Barovero en el segundo tiempo, lo que supuso que los paraguayos acortaban distancias y se ponían a un solo gol de igualar el global y llevar el duelo al alargue.
En el peor momento de River, Gallardo decidió darle el lugar, y el debut, a Tabaré Uruguay Viudez. El delantero, tan pedido por el entrenador que bien lo conocía de su etapa en Nacional, no defraudó y comenzó a ganarse a los hinchas millonarios, tan caracterizados por su "buen paladar",
Con pocos minutos en cancha, le puso una excelente pelota a Alario, quien ante la salida de arquero le tiró la pelota por arriba e igualó el partido. Con el empate, los de la banda roja se clasificaron a la final y esperarán rival entre Inter de Brasil y Tigres de México.