River Plate cumplió un buen debut en la fase de grupos de la Libertadores empatando 2-2 con Palmeiras, el mismo equipo que lo goleó en la pretemporada. La diferencia de presupuesto y jerarquía individual entre uno y otro apenas se notó en el lapso final del segundo tiempo, pero los dirigidos por Carrasco supieron bancar el empate.

Ninguno tomó la iniciativa al inicio. Con recaudos defensivos y sin mandar los laterales al ataque, los darseneros apostaron a clausurar las bandas y a salir rápido con Schiappacasse por izquierda y las combinaciones entre Montelongo y Taján por derecha.

Palmeiras, prolijo y criterioso en el manejo del balón, prevaleció en el mediocampo ganando las divididas, proponiendo algo más que su rival y monopolizando la tenencia, pero sin lastimar demasiado.

La falta de profundidad de los verdes se terminó a los 34’, cuando Dudu dibujó un certero pase a espalda de la defensa local que dejó de cara al gol a Jean, quien definió de punta contra un caño.

Con la desventaja en el score salió un poco más River, que buscó a Taján por la derecha en el mano a mano con Ze Roberto. No obstante, el joven colombiano perdió más de lo que ganó en el duelo con el experimentadísimo volante brasileño devenido en lateral.

Segundo tiempo: más goles y emoción

Fue por el otro lado que cayó el empate, ya en el complemento. El joven Schiappacasse hizo ostentación de su velocidad, se filtró en el área tras dos paredes bien devueltas y se plantó ante el arquero Prass, quien le cometió penal. Michael Santos asumió la ejecución e igualó a los 51’.

Poco duró el 1-1, ya que a los 58’ volvió a ponerse en ventaja Palmeiras. Alecsandro, segundos después de haber ingresado, recibió un pase de Ze Roberto y de pecho habilitó a Gabriel Jesús, otro de los que entró desde el banco, para que fusilara al arquero Nicola Pérez.

Empezaba a manejar la pelota con confianza el elenco de Marcelo Oliveira, pero el de Carrasco se salió del libreto y volvió a igualar de pelota quieta. Un córner de Diego Rodríguez encontró solo a Montelongo en el área para conectar un perfecto cabezazo a la red a los 64’.

River pasó más zozobras que en el primer tiempo y la entrada de Alecsandro lo complicó por corpulencia y oficio dentro del área. Estuvo mucho más cerca de ganarlo el poderoso elenco paulista, pero falló en la definición y se fue de Maldonado con un 2-2 que le dejó gusto a poco.

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