Racing avanzó a los cuartos de final de la Copa Libertadores con justicia y sin necesidad de cumplir una labor brillante para despachar a Wanderers. Con el pragmatismo que lo llevó a ser campeón argentino hace un año, despejó las dudas que dejó en el encuentro de ida en el Parque Central y sueña con las semifinales.

El equipo de Alfredo Arias salió a buscar con su osada propuesta y se plantó arriba. La intención fue atacar por izquierda, y con Gastón Rodríguez jugando el mano a mano constantemente ante Iván Pillud generó peligro. Sin embargo, le faltó peso y profundidad a lo largo de toda la noche.

Un zurdazo de Gastón Rodríguez a la carrera los 3’ tras peinada de Bellini salió apenas desviado y un cabezazo de Albarracín luego de un centro de Rivas desde la izquierda cayó en las manos de Saja a los 14’. Wanderers generó eso y más nada. Luego tuvo gran circulación y buenas intenciones, pero nunca profundizó hasta los últimos minutos.

Grimi y Camacho celebran el primer gol de Racing. Foto: EFE l Juan Roncoroni

Racing, por contrapartida, arrancó jugando feo pero fue contundente y utilitario. A los 16’ puso el 1-0 por obra del uruguayo Washington Camacho, conectando de derecha un centro de Diego Milito desde una posición cercana al banderín del córner, y Gustavo Bou clavó el segundo con un buen latigazo rasante ante la mirada de Rivas a los 40’.

Los dirigidos por Diego Cocca tuvieron un arranque dubitativo y poco firme atrás, pero tras el gol se tranquilizaron y controlaron mejor el campo y el esférico, pasando apenas alguna zozobra hasta después del descanso. Ya en la etapa complementaria defendieron más atrás, apostaron al contragolpe y se mostraron sólidos en el fondo.

Wanderers ganó metros, creó alguna situación aislada con remates débiles y se mantuvo fiel a su apuesta, pero no hizo mucho más que fuera digno de destaque. Se quedó en esa linda circulación de pelota con veloces paredes y escuetas posibilidades de peligro sobre el arco de Saja, pese a los cambios ofensivos de Arias.

Gastón Díaz y Matías Santos. Foto: EFE l Juan Roncoroni.

Racing, agazapado para salir rápido de contragolpe y sereno por el resultado, jugó con la misma comodidad que en el primer tiempo y hasta pudo aumentar de no ser por Burián, que tapó un mano a mano con Brian Fernández.

El tramo final era un tedio que los de Avellaneda controlaban sin despeinarse y sabiéndose clasificados desde un buen rato atrás, hasta que Maximiliano Olivera descontó a los 89’ con un tiro libre espectacular que le puso dramatismo a los últimos minutos. Wanderers fue al frente con envíos aéreos por el gol de la clasificación, pero no pudo.

El elenco de Diego Cocca, con más susto del que mereció, selló su pasaje a cuartos de final, donde chocará con Guaraní de Paraguay, y despidió al único representante uruguayo que pudo meterse entre los 16 mejores del continente.

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