Peñarol hipotecó un gran porcentaje de sus posibilidades de sortear la fase de grupos de la Copa Libertadores perdiendo con un equipo de Huracán que mezcló titulares y suplentes. Sin fútbol ni reacción anímica, el conjunto del Polilla Da Silva cayó ante el que parece ser el rival directo en la pelea por el segundo puesto.
Los carboneros se fueron 0-1 al descanso tras 45 minutos de locos, que empezaron con un error de Tomás Costa en la salida que costó un gol. El argentino entregó mal el balón y lo aprovechó Alejandro Romero Gamarra para meter un tremendo zurdazo de media distancia a los 8’.
A partir de la desventaja levantó Peñarol, que acarició el 1-1 varias veces. Un tiro libre de Forlán apenas desviado a los 16’, un mano a mano que malogró Nández un minuto después quemándole las manos al arquero Marcos Díaz y un remate a distancia de Maxi Rodríguez que pasó cerca hacían pensar en el empate.
Los aurinegros lanzaron a Nández y Aguiar por las bandas, pero dejaron muchos espacios en el centro para el contragolpe visitante y sufrieron atrás. A los 36’ Valdez quedó lesionado en plena jugada, cayó al piso, perdió el balón y perdonó el 0-2 Chacana. Gianni Rodríguez entró por el Hormiga y Olivera pasó a la zaga.
Los últimos 10 minutos de Peñarol en la primera parte fueron nefastos y lo perdonó Huracán, que protestó sin razón una dudosa falta de Guillermo Rodríguez sobre Miralles en el área carbonera a los 41’.
De inmediato, el descalabro. Guruceaga se desentendió del juego para auxiliar a Miralles, que seguía tendido, y dejó el arco desprotegido. Bogado anotó para el Globo a los 42’, pero el árbitro mexicano César Ramos había parado el juego antes a pedido del arquero local.
Justamente Guruceaga perdió el balón en su área un minuto más tarde y enseguida subsanó el error recuperándolo. Segundos después le tapó un mano a mano a Espinoza, y a los 45’ lo salvó el caño ante un zurdado de Romero Gamarra desde el borde del área. Estaba para nocaut Peñarol, y lo mejor que pudo pasarle fue el pitazo final.
Para el complemento ingresó Cristian Palacios en lugar de Maxi Rodríguez, que aportó muy poco. No obstante, el delantero salteño no logró pesar en el trámite, ya que fue ubicado contra la derecha del ataque, lejos de su zona de influencia, que es el área.
Después de una notable atajada del arquero Marcos Díaz ante un cabezazo de Murillo a los 49’, luego de un desborde de Aguiar, generó muy poco Peñarol, que se repitió en los envíos aéreos y frontales. Al menos a esa altura ya no sufría con los contragolpes visitantes, que eran cada vez menos frecuentes.
Los cambios del entrenador de Huracán replegaron al equipo argentino, que a partir de los ingresos de Montenegro y Ábila tuvo una situación de gol, a los 82’, que terminó en una doble tapada de Guruceaga, y un remate de Ábila a los 93' cuando el partido estaba a punto de finalizar.
Da Silva echó mano pero sus cambios no resultaron. Peñarol acumuló delanteros en el área y terminó buscando el empate con Palacios, Murillo y Affonso, pero sin jugadores por las bandas. El pelotazo frontal fue una constante y ni Aguiar se salvó. De hecho, fue reemplazado por Affonso.
Las subidas de Aguirregaray y Gianni Rodríguez, y los intentos de Forlán bajando algunos metros, no fueron suficientes para abastecer a los arietes, por lo que el elenco mirasol perdió tres puntos que pueden ser fundamentales en la pelea por avanzar a octavos de final de la Libertadores.
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