El Palmeiras de Matías Viña clasificó a la final de la Copa Libertadores por quinta vez en su historia tras perder 2-0 con River Plate como local, haciendo valer el 3-0 logrado en la ida en Avellaneda. Perdió su invicto en el certamen pero poco le importa al equipo dirigido por el portugués Abel Ferreira, que tuvo al VAR como aliado con dos intervenciones fundamentales.
El dueño de casa salió a jugar como un equipo chico; acumuló gente cerca de su arco, hizo tiempo siempre que pudo desde el primer minuto y se limitó a defenderse. En su único contragolpe del primer tiempo estuvo a punto de abrir el score a los 10’, pero Armani desbarató un mano a mano con Rony saliendo a tiempo y yendo bien abajo.
En la recarga, el primer aviso millonario; Santos Borré remató, Weverton tapó y Matías Suárez no llegó en el rebote. A partir de esa jugada, la pelota siempre fue del elenco de Gallardo, que sitió a su rival en el área y lo lastimó con las subidas de los carrileros Gonzalo Montiel por derecha y Fabricio Angileri por la izquierda.
Había espacio para la subida de los centrales, por lo que el chileno Paulo Díaz subió y sacó un bombazo que Weverton mandó al córner a los 28’. Ese tiro de esquina derivó en el 1-0 tras un buen centro del uruguayo Nicolás de la Cruz y un cabezazo perfecto del paraguayo Robert Rojas.
El nerviosismo empezó a ganarle a Palmeiras y River comenzó a jugar como el de antes. Suárez volvió a avisar a los 38’ con un zurdazo que contuvo el arquero, y a los 44’ cayó el 0-2. De la Cruz tiró un centro desde la derecha, Suárez no llegó a conectar y Santos Borré apareció solo en el área chica para meter el frentazo de la esperanza; 2-0 al descanso y olor a remontada.
Segundo tiempo: El VAR salvó al Palmeiras
El conjunto millonario volvió al fútbol que lo llevó a dominar la región en el último lustro. Con llegada constante por las dos bandas, se juntaron los carrileros y Gallardo se llenó la garganta de gol a los 52’. Montiel cazó una volea perfecta tras un centro de Angileri desde la izquierda y la pelota entró, pero el VAR detectó un offside previo y casi imperceptible de Santos Borré.
La demora en la revisión y el festejo de los brasileños como si fuera un gol no le bajaron revoluciones a River, que siguió haciendo el gasto y posicionándose todo el tiempo en campo adversario. Palmeiras se replegó y apeló a cuidar la diferencia sin salir de su trinchera. Ni siquiera cuando a los 72’ se quedó con 10 la visita por la segunda amonestación a Rojas.
Aún con 10 hombres, los millonarios siguieron haciendo méritos. A los 75’ falló Matías Viña y Suárez se metió en el área, donde pareció bajarlo Alan Empereur. El uruguayo Esteban Ostojich pitó penal, pero tras ver la jugada en el VAR se percató de su error y dio marcha atrás. El atacante argentino simuló un contacto que no existió y Palmeiras volvió a gritarlo como un gol.
River nunca bajó los brazos y a los 83’ volvió a acariciar el 3-0. El chileno Díaz cabeceó a la salida de un córner y Weverton fue bien abajo para tapar una pelota imposible, que en el rebote terminó en un disparo de Santos Borré en el vertical. A esa altura, los argentinos iban con todo arriba y los brasileños tenían espacios para aislados contragolpes.
Terminó tirando centros el equipo de Gallardo y defendiéndose con uñas y dientes el Palmeiras, que sufrió por un posible penal en el último chequeo VAR. No remató al arco en toda la noche, pero hizo valer el 3-0 de la ida y ahora espera por Santos o Boca Juniors en la final.