El partido comenzó con los xeneizes manejando la pelota y saliendo a ser protagonistas ante un equipo uruguayo que se movía en bloque y cerraba espacios con convicción.
Fueron diez minutos donde Barco, que se volcó por derecha, era lo más claro y de sus pies salió un gran pase atrás para Cavani que definió de primera pero sin acertarle al arco.
La respuesta llegó con un robo de Zabala en zona de volantes que generó una contra en la cual asistió a Trezza, que marcado, remató ancho.
Pero a los 11' se quebró la paridad, con una pelota que mandó Barco a la espalda de Báez que descuidó su lateral y que obligó a Polenta a salir a cerrar a Advíncula. El peruano recibió y mandó un centro muy preciso al área, Bocanegra se jugó a cerrar a Cavani por el primer palo, pero el envío fue al segundo para Miguel Merentiel que conectó de cabeza y colocó el 1-0.
Un gol que sufrió solo por unos minutos el equipo albo, que respondió rápido y con una acción muy similar. Una pelota que manejó Diego Zabala, de los más claros una vez más, realizando una diagonal para habilitar por izquierda a Báez que se mandó al ataque y el argentino colocó tremendo centro para Alfonso Trezza que ganó de cabeza y colocó el 1-1.
Esto dio otra tranquilidad a los tricolores que realizaban una buena presentación ante un adversario que no conectaba y tuvieron el segundo con un envío de pelota parada de Didí que definió Damiani y tapó Romero justito.
Zabala, liberado en zona de volantes, manejaba los tiempos de su equipo y hacía valer el trabajo a destajo de los Rodriguez para marcar, recuperar y cubrir espacios. Quizás el que menos contacto con la pelota tuvo fue el Chory Castro, que trataba de colaborar en la defensa más que nada.
A esa altura los albos jugaban a su ritmo y condiciones, siendo más peligrosos para ofender, teniendo una nueva ocasión de contra tras un córner en su área, que terminó con un disparo cruzado y picado de Didí apenas ancho. Y luego fue un córner que conectó Bocanegra pero sin ver arco, que comenzó a molestar a los hinchas locales que entonaban: "esta noche cueste lo que cueste, esta noche tenemos que ganar..."
Y la primera gran polémica del partido se dio a los 39' de juego, cuando Figal, zaguero que ya tenía amarilla, se tiró al piso y le hizo tremenda falta de atrás a Yonatan Rodríguez, que le debió valer la segunda cartulina y por ende roja. Daronco, desestimó.
De allí al cierre alguna acción con más ganas que otra cosa de los argentinos movió un poco los minutos finales de un primer tiempo que se cerró en tablas.
Rendirse jamás
Para el complemento Almirón, que vio como zafó con Figal, decidió mandar a la cancha a Bruno Valdez en su lugar para no correr riesgo y esto además vino acompañado con el gol de la ventaja.
Es que pasado apenas el minuto de reiniciado el choque, Barco, el más detreminante de su equipo, encaró y habilitó a Fabra que la puso al medio, Gonzalo Castro la despejó con tan mala suerte que le quedó a disposición a Luis Advíncula que controló y remató cruzado para vencer a Ichazo y sentenciar el 2-1.
Este sí, un golpe que sintió el equipo, que ya no tenía tan libre a sus volantes y no lograba atacar con tanta claridad. Weigandt a la cancha en la segunda modificación por el uruguayo Merentiel para generar mayor equilibrio.
Y los xeneizes estaban mejor parados y encontraban falencias para acercarse al tercero, que pudo llegar tras un remate de ingresado que sacó como pudo Diego Rodríguez en la línea y quedó a disposición para el Matador que le erró al arco.
Lo cierto es que la diferencia era mínima pero el reloj apremiaba y eso generó que Guti mandara a la cancha a Franco Fagúndez por Gonzalo Castro. Escasa generación y a los 70' a jugarse el todo por el todo con Gigliotti y Ramírez, que se metieron por Torito y Damiani. También Benedetto finalizando la acción de Cavani.
Y fueron instantes después cuando otro despeje al medio de la defensa lo dejó de cara al gol a Medina cuyo remate terminó haciendo vibrar el travesaño. Los argentinos hacían méritos por consegui el tercero, pero lo que sucedió fue el empate albo.
A los 74' una gran corrida de Leandro Lozano por derecha terminó en un centro al área que Romero se estiró para desviar al centro, pero allí estaba Juan Ignacio Ramírez para definir de primera, soprender y concretar el inesperado 2-2.
Grito desaforado de los hinchas, cuerpo técnico y plantel de un equipo que no se rindió nunca y a pesar de tener varios jugadores cansados, resistía para mantener la igualdad y apostar a una contra que le diera un nuevo golpe de gracia a su rival.
Benedetto a los 88' recibió una pelota en posición de ataque donde maniobró y habilitó a Weigandt que de frente sacó un zapatazo que con seguirdad controló Ichazo. Tiempo cumplido y siete de adición por delante.
Los azul y oro tenían la pelota pero no encontraban la brecha para quebrar un esquema defensivo tricolor que acumuló gente y carácter para defender su valla, esperando el pitazo final para que sean los penales los que definan al equipo que se meta en cuartos de final. Daroncó hizo sonar su silbato y a buscar al más acertado de los dos.
Código penal
La serie la abrieron los locales con gol de Exequiel Zeballos, pero luego Romero le tapó el disparo a Juan Ignacio Ramírez que definió sobre su derecha. Darío Benedetto y Diego Polenta anotaron los siguientes.
Nicolás Valentini al medio para sentenciar el tercero, mientras que Daniel Bocanegra la cruzó y Romero volvió a adivinar. Paul Fernández en el cuarto la tiró por arriba del travesaño y Emmanuel Gigliotti la colgó para dejar la diferencia en un solo gol.
Ichazo estaba obligado a contener el disparo de Barco, pero el talentoso jugador de Boca no falló y se quedó con el triunfo por 4-2.
Fin del camino internacional para Nacional que se despidió en La Bombonera de la Copa Libertadores, luchando, dejando el alma, pero pagando caro su falta de acierto en los penales.