Con la preocupación de la situación generada con el desvanecimiento de Juan Manuel Izquierdo en el cierre del duelo ante San Pablo en el Morumbi, lo que elevó el clima de preocupación en el vestuario, el club optó por no brindar declaraciones post partido.
La decisión fue informada apenas terminado el partido por el área de comunicación desechando la chance de concurrir a la conferencia de prensa donde generalmente participan el entrenador y uno de los jugadores por el reglamento establecido de la competencia.
Esto seguramente incurra en una multa por parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol que recaerá sobre el club, algo sin importancia ante los momentos tensos que se vivieron en esa instancia.
También se descartó la chance de realizar declaraciones en zona mixta por parte de los futbolistas absolutamente dedicados y pendientes en la salud de su compañero, instantes donde lo deportivo pasa a un segundo plano.
Es más los jugadores estaban haciendo gestiones para poder quedarse y acompañar la situación desde la misma ciudad sede del juego, ya que estaba previsto un vuelo charter que viajaba apenas unas horas después de culminado el duelo.
Nacional cayó 2-0 con los tricolores paulistas en el duelo de vuelta de octavos de final de la Copa Libertadores, de la cual quedó eliminado y además se quedó sin chances de clasificar al Mundial de Clubes.