El partido comenzó parejo y con los albos tratando de jugar en cancha rival, defendiendo en forma prolija, ordenado y esperando su momento para aprovechar cualquier chance que le permitiera sorprender.
Y la tuvo en los primeros minutos cuando una balón al área encontró a Sebastián Fernández, cuyo remate se fue elevado, mostrando la intención de no renunciar a ofender a su rival.
Mineiro quería complicar desde las pelotas quietas, sabiendo que era inexorable un triunfo en casa si pretendían mantener chances de llegar a octavos de final y tuvieron la primera con un cabezazo de Adilson que tapó volando Mejía.
El panameño se hacía fundamental en los tricolores, ya que a los 23' en una mala recepción del balón de Rafael García, los brasileños tuvieron la gran chance de abrir el marcador, en una corrida de Elías que habilitó a Ricardo Oliveira, pero el golero, cuando estaban mano a mano, ganó la partida y apagó cualquier tipo de alarma.
De allí en adelante los de Gutiérrez cerraron filas y no pasaron por mayores sobresaltos, mejorando Carvalho en la marca y con la solidez de Corujo por arriba.
No perdonó
En el complemento los albos buscaron presionar más arriba a un equipo que no mostraba mucha seguridad en su última línea, apostando a la velocidad de Santiago Rodríguez y las descolgadas en ataque de Zunino.
Lorenzetti ponía la pausa en zona de volantes ante un rival que no encontraba la receta para inquietar a los visitantes, buscando en acciones personales, principalmente por izquierda, pero sin resultados efectivos.
Un disparo de Rodríguez hizo volar a Víctor sobre su palo derecho para evitar la caída de su arco, en una buena prestación tricolor que manejaba los hilos del juego.
Mineiro volcaba la mayor parte de su juego de ataque por izquierda donde trataba de desnivelar con Chará por sobre Zunino, algo que logró en un par de acciones, una de ellas donde Fabio Santos definió en el área, pero otra vez Mejía contuvo.
Gutiérrez apostó al ingreso de Cardacio y Carballo para darle estabilidad más recuperación en zona de volantes, así como Octavio Rivero para chocar con los centrales en los balones largos.
Y los cambios le dieron resultados, ya que a los 87' encontraron el gol del triunfo tras un pase estupendo de Zunino para Carballo lanzado en ofensiva y este con una vaselina preciosa dejó sin asunto a Víctor e hizo festejar a todos los hinchas tricolores.
El pitazo de Rapallini cerró el triunfo tricolor que de esta forma llegó a doce puntos en el grupo "E", los mismos que Cerro Porteño que tiene un partido menos jugado y aseguró su clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores.
Tarea más que cumplida en Brasil, con la receta del Guti en su máxima expresión.