Liverpool, que nunca bajó los brazos, venció 2-1 a Universidad Católica de Ecuador en el Viera, en duelo de la primera fase de la Copa Libertadores y sacó una necesaria ventaja para el duelo de vuelta en Quito.
El partido comenzó con los dos tratando de afianzarse con la posesión y con ello ganar espacios en el terreno de juego, pero además con la preocupación de no descuidarse en la última zona para no sufrir ninguna sopresa.
Los negriazules no estaban cómodos con el trámite y en un error increíble casi sufren el gol de la apertura a los 15'. Un centro del ingresado Cortéz (salió lesionado Mina) fue cabeceado hacia atrás por Almeida, sorprendió a Lentinelly que no llegó y dio en el palo. Tévez se pasó y el propio "Keke" llegó para sacarla lo más lejos posible.
Un disparo de Figueredo fue la más cercana que tuvieron los de Méndez, que no podían acceder a la pelota y sufrían con las subidas por la banda izquierda donde se gestó el gol de la apertura.
Cortéz se mandó por allí, habilitó al medio para el remate de Lisandro Alzugaray que tapó el golero dando rebote, el cual aprovechó Juan Manuel Tévez para poner el 1-0 a los 28'.
Recién después de ese cachetazo los de Belvedere pudieron gestar algo más, al influjo de Figueredo y a pesar de que Ramírez estaba plenamente controlado. Así fue que apareció un zapatazo de Dávila que se fue cerca y aviso del crecimiento en cancha.
Sobre ese cierre Agustín Ocampo con un remate y un cabezazo de Almeida hicieron trabajar a Galíndez que reaccionó bien, pero las sensaciones eran diferentes rumbo al descanso, para tratar de revertir la historia en el complemento.
Cuchilla en los dientes
El segundo tiempo comenzó con Ocampo mostrando con velocidad alguna posibilidad de desequilibrio y Chalá avisando que ante cualquier descuido los visitantes podían ampliar distancias.
Los negriazules mostraban otra cara y trataban de acercarse, es más, tuvieron una clarísima a los 60' cuando una escalada de Camilo Cándido encontró a Ramírez desmarcado por primera vez, pero su disparo en posición favorable se fue muy elevado.
Carabalí, que probó con convicción, obligó a una estupenda tapada de Lentinelly, que le dio vida a los locales, algo que aprovechó al máximo minutos después.
Es que una falta clara le dio un tiro libre precioso que Agustín Dávila con tremendo zapatazo colgó en el ángulo izquierdo de Galíndez para poner el 1-1 a los 67'.
Un empate que era un premio a la insistencia, pero que volvió a generar que los ecuatorianos comenzaran a manejar la pelota con criterio, tratando de abrir la cancha y aprovechando que los cambios del local fueron todos con una clara apuesta ofensiva.
Y a los 86' llegó la gran chance del triunfo uruguayo, cuando un centro de Gonzalo Bueno desde la derecha encontró a Ramírez que controló y remató, pero el golero voló para tapar y apagar las alarmas.
Pero el premio a la búsqueda llegó a los 90' cuando un mal pase de Cortéz le dejó la pelota servida a Martín Correa y este sacó un remate cruzado, rastrero, que se metió por el palo derecho y selló el 2-1.
Nada cambiaría el destino de un duelo donde Liverpool se quedó con un triunfo de porfiado nomás y que le da una ventaja para el duelo de vuelta que se disputará la semana entrante en Quito.