Una situación increíble se dio previo al comienzo del partido entre Rosario Central y Peñarol en el Gigante de Arroyito, donde los hinchas del Canalla agredieron a los mirasoles.

Los cerca de 3000 hinchas que fueron ingresando de a poco a la cancha del equipo rosarino se ubicaron en el primer anillo de una de las tribunas cabeceras, donde comenzaron a entonar canciones de aliento para su equipo.

Pero más de una hora antes de iniciar el cotejo, todavía con los locales ingresando lentamente a su feudo, se dio el hecho que encendió las alarmas.

Los hinchas auriazules utilizaron unas vallas metálicas que estaban en el borde de la tribuna, a las que le hicieron palanca hasta aflojarlas, para luego lanzarlas hacia donde se ubicaban los parciales aurinegros. Luego se supo que varios de los presentes presentaron lesiones y cortes.

Esto caldeó el clima de un duelo que venía sin mayores sucesos de violencia, pero que encontró la inactividad de la seguridad privada para contener a los parciales locales y la policía presente que decidió no ingresar a la tribuna en su parte alta hasta unos cuarenta minutos después de lo sucedido.

Luego de eso ya comenzó el intercambio de proyectiles y cánticos, que dejó el ambiente al borde de una chispa para que se desataran nuevos incidentes.