Estudiantes de Mérida, que integra el grupo "F" de la Copa Libertadores donde está Nacional y que enfrentará a Racing este miércoles en el Cilindro de Avellaneda por la última fecha de la fase de grupos del torneo, encendió las alarmas a causa de la detección de varios casos de COVID-19.
Es que luego del partido ante Alianza Lima en Perú, los venezolanos registraron un brote de contagios, que según especificó su entrenador, Martín Brignani, en TYC Sports: "de una delegación de 40 personas, casi el 60 por ciento se infectó".
Y casi una veintena de integrantes del plantel que llegó a Buenos Aires sigue cursando el positivo: "para venir a este partido hemos repetido los PCR y muchos han dado negativo. En un momento estábamos entrenando con muy pocos jugadores y estaban todos aislados. Y bueno, tomando los protocolos que nos han dicho, como ya han pasado los 10 días, ahora están habilitados, más allá de seguir dando positivo", según explican porque la posibilidad de contagio es casi inexistente a tantos días de cursar la enfermedad.
Apenas 19 jugadores se encuentran en suelo argentino para jugar el cotejo y si bien varios jugadores todavía pueden dar positivo, para la Conmebol ya estarían recuperados porque ya pasaron más de 10 días desde que saltaron los casos.
Igualmente, el que tiene la última palabra es el Ministerio de Salud de la Argentina el que definirá si el partido se puede jugar con los jugadores contagiados.