River Plate se despidió de la Copa Libertadores 2024 este martes con un pálido empate sin goles frente al Atlético Mineiro en el estadio Más Monumental, donde estaba obligado a revertir el 3-0 sufrido siete días antes en Belo Horizonte.

Obligado por el resultado de la semifinal de ida, el equipo de Marcelo Gallardo salió con todo a buscar el gol, pero tuvo que apelar a mecanismos poco habituales para su estilo. Acostumbra a jugar por el medio a pura asociación, pero terminó con envíos aéreos desde los costados.

Según Sofascore, que tiene datos de los más de 45.000 partidos disputados en las principales ligas del mundo y torneos internacionales desde 2017 a la fecha, nunca un equipo había tirado 76 centros como los millonarios anoche.

El elenco de Gabriel Milito, por plan de juego, optó por reforzar el medio y liberar las bandas. Atentos a los pelotazos desde los costados, los defensores no perdieron la concentración y despejaron todo. La mayoría de esos 76 envíos fueron rechazados por el fondo brasileño.

River Plate solo pudo conectar 15 de los 76 centros, y apenas le generó peligro al arquero Everson por esa vía. De los 61 restantes, la mayoría terminaron en despejes de los defensores o el guardameta, o se perdieron afuera sin que nadie llegara a conectarlos.

Gallardo, lejos de poblar el área con una dupla de centrodelanteros capaces de cabecear, puso a Miguel Borja como referencia de área y cuando puso a otro ariete como el paraguayo Adam Bareiro, sacó al colombiano. Detrás de él, Pablo Solari y Facundo Colidio como extremos (los sustituyó a ambos en el segundo tiempo), y Maximiliano Meza de mediapunta.