Felipe Melo es de esos jugadores que generan tanto dentro como fuera de la cancha. Su forma de jugar, de ser y de declarar, hacen que sea noticia por lo que hace, por lo que hace o por lo que deja de hacer. Y anoche, en el 3-0 del Palmeiras, no fue la excepción.
El mediocampista de 37 años sufrió una fractura de tobillo en noviembre pasado y no ha vuelto a jugar. Aceleraba su recuperación pensando en estar para el partido de vuelta frente a River Plate, pero el triunfo que lograron sus compañeros seguramente lo haga cambiar el foco y pensar en la final del sábado 30 en Maracaná.
Un par de días antes de la semifinal de ida de la Libertadores, utilizó su cuenta de Instagram para vaticinar “un año con muchas victorias”. Por lo pronto, el pronóstico del confeso hincha de Boca Juniors arrancó bien y lo festejó con todo.