Defensor Sporting hizo muy bien su tarea y mereció irse al descanso ganando, pues Nacional de Asunción, salvo unos 10 minutos en la mitad del primer tiempo de actitud ofensiva, se dedicó a defender el 2-0 conseguido en la semifinal de ida de la Copa Libertadores.

El Violeta fue fuerte y claro en ataque, pero la buena labor del guardameta Ignacio Don le impidió romper el cero. El arquero salvó contra un palo el que podría haber sido el primer tanto del encuentro a los cinco minutos, cuando los dirigidos por Fernando Curutchet ya habían encontrado un camino por la vía del tiro de esquina.

Nacional tuvo su chance más clara de la mitad inicial a los 9', cuando Derlis Orué remató al arco un balón que controló bien Martín Campaña, tras una buena jugada de Montenegro, quien jugó sentido desde el arranque en el Estadio Centenario.

De Arrascaeta fue el que más complicó a Don, quien siempre respondió bien a sus disparos: se quedó con un tiro desde fuera del área, y luego cortó a quemarropa un cabezazo que iba con destino de gol, cuando ya se habían jugado 41 minutos.

El primer tiempo se cerró con preocupación para el Violeta, pues se lesionó Mathías Cardaccio. Un fuerte dolor en la rodilla hizo que el Bochita quedara en el vestuario para el complemento, y que ingresara en su lugar Adrián Luna.

A Defensor le costó meterse en el segundo tiempo, y le cedió el balón al Tricolor. Recién a los 51' reaccionó y Nicolás Olivera probó con un remate bajo y cruzado que pasó muy cerca del arco del conjunto paraguayo. Después de tanta insistencia, finalmente encontraría su recompensa.

Luna, quien había ingresado hacía 10 minutos, recibió pase de De Arrascaeta y remató de frente a Don, que había quedado de rodillas. El gol reavivó las esperanzas violetas, pues con uno más se asegurarían la definición por penales.

Pero la suerte estaba en su contra: el palo le dijo que no a Gedoz, luego Don tapó con el cuerpo un remate preciso de De Arrascaeta, y más tarde fue Risso el que no llegó a empujar el balón que le envió el brasileño después de bajarla de pecho en el área. En el final apareció otra vez el palo, que terminó de condenar a un equipo que mereció más esta noche, pero terminó despidiéndose con un triunfo con sabor a derrota que no borra la brillante campaña hecha.

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